Se cumplieron el 30 de marzo pasado, 157 años del nacimiento en los Países Bajos, de Vincent Van Gogh, uno de los artistas que mejor reflejaron la yuxtaposición entre el arte de la pintura y todo lo que significaba todo lo referente al vino, como también así, a las bebidas espirituosas hacia finales del siglo XIX en Francia.
Y es que este pintor post impresionista, fue junto a Toulouse Lautrec, Degas, Picasso, Gauguin, y otros grandes artistas de la escena cultural, los que expresaron en sus obras el mundo de la noche, de las luces, los bares y tabernas, siempre acompañados de bebidas que en esa época se consumía en los bares parisinos, como el vino, el champagne, cervezas, whisky y absenta, entre tantas otras.
La diferencia en Van Gogh, fue quizás diametralmente opuesta a Toulouse Lautrec o Paul Gauguin, ya que estos últimos, describían tabernas bulliciosas con bailarinas y grandes grupos de amigos conversando en las mesas, mientras Van Gogh expresaba en sus obras la embriaguez, la depresión, gente sola y perdida por la bebida en la mesa absortos en su soledad. Quizás fuera parte de la adicción y excesos de alcohol que formaba parte de la vida de Van Gogh, pero vale la pregunta de quien describiría la verdadera realidad de la noche parisina, o tal vez pintaban dos imágenes opuestas de la misma realidad, ya que es muy cierto que la burguesía parisina prefería más asistir a esos sitios que estar en sus casas, ya que las reuniones sociales y el encuentro entre amigos estaban en su apogeo.
Entonces Van Gogh va a retratar ese estado de ánimo que lo plasma en desolación y abandono, reflejando quizás palpablemente su pensamiento y sus emociones, pero que mejor en estos casos que compartir esas obras que tanta historia nos divulgan. Bon Appetit.