Se cumplen hoy 121 años del nacimiento de Carlos Gardel, recordándolo en esa relación del tango dentro del arte y la cultura, la influencia del alcohol y predominantemente del vino en muchas de sus composiciones musicales. Esta pequeña nota va dedicada a todos los seguidores del tango que hoy lo recordarán con alegrías o tristezas, siempre alimentadas de inolvidables nostalgias.
La voz de Carlos Gardel fue una referencia obligada en el mundo del tango convocando muchas generaciones de entusiastas aficionados del género, y si bien entre las temáticas desarrolladas se encuentran esos viejos y oscuros zaguanes de la tristeza, el alcohol ha jugado un papel destacado también entre sus letras y títulos de sus obras.
Y es que ha sido una característica central el explicar el motivo de la recurrencia a la bebida por la causa del despecho de una mujer, o el olvido, las penas, confesiones que tienen un vaso de vino, una copa de champagne o alguna botella en el centro de la escena, quizás con la necesidad de paliar esa profunda tristeza.
Es en todo el género tanguero y en el ambiente arrabalero que surgen una gran cantidad de temas y autores muy conocidos como por ejemplo Enrique Cadícamo con “Los mareados” que cuenta la historia de la separación de una pareja, Alberto Echagüe con “El vino triste”, "El borrachito", de Manuel Acosta Villafañe, "Copas, amigas y besos", grabado por Aníbal Troilo, La última curda", que tiene como versiones más importantes la de Edmundo Rivero, en 1957 y la de Roberto Goyeneche, "La embriaguez del tango", por Floreal Ruiz y Aníbal Troilo o incluso Cátulo Castillo en esa versión de “La última curda” cuando el dramatismo del personaje central lo lleva a reconocer su fracaso en la vida, con una mirada un tanto oscura de su existencia.
Y en cuanto a Carlos Gardel son dos grandes temas los que lleva a contar historias relacionadas con el alcohol, como “El curdela” en el que la cita es en las tabernas y su personaje habita los ensueños de penas con rostro de mujer lo que lo lleva a embriagarse perdidamente, y por otro lado, otro de los temas es “La última copa”, con la famosa frase “…llene la copa de champán”, con un despechado alma tras el fracaso con la mujer de su vida en el que el tema y su letra va a girar por el camino del olvido, abrazándose a la tristeza y pidiéndole al mozo “eche amigo nomás, écheme y llene, hasta el borde la copa del champán, que mi vida se ha ido tras de aquella que no supo mi amor nunca apreciar”.
sábado, 11 de diciembre de 2010
sábado, 13 de noviembre de 2010
NOCHE DE CULTURA, MUSEOS Y ...VINO.
Hoy sábado, se celebra la séptima edición de la Fiesta de la Cultura, en el que cada año reúne a espacios culturales con entrada gratuita y hasta las 3 de la madrugada. Son alrededor de 170 espacios de arte de la ciudad que van a abrir sus puertas para ofrecer exposiciones, visitas guiadas, cine, video, danza, teatro, talleres, charlas y música en vivo. También el arte contemporáneo ofrecerá otra de las opciones en sitios como el Malba, el Cabildo, el Museo Nacional de Bellas Artes, el Palacio San Martín, el Centro Cultural Recoleta o el Museo de Arte Decorativo, como siempre decimos el arte de la cultura tiene un excelente acompañante en el vino, en los que se exaltan mutuamente sus cualidades, y agradables sensaciones; por mil y una noche de cultura, vino y ensueños. Bon Appetit.
lunes, 25 de octubre de 2010
CHILE, CULTURA Y VINO
En mi reciente paso por Chile pude disfrutar esa extraordinaria combinación que se da entre la cultura de una nación, placeres como el sensacional vino del país trasandino y la cálida cordialidad de su gente. Comparto con ustedes este video que es solo una pequeñísima muestra de lo que Chile tiene para regalarnos. Bon Appetit.
miércoles, 22 de septiembre de 2010
PABLO NERUDA: EL POETA Y EL VINO
Se cumplen hoy 37 años del fallecimiento de uno de los más grandes poetas del siglo XX, cuyas cualidades son sinónimo de insondables valores humanos y sociales, y en el cual también despliega un destacado amor por los placeres que atribuye a los sentidos, donde irá plasmando, con la calidez y la genialidad que lo caracterizan, los maravillosos destellos de palabras de uno de sus grandes poemas con el que vamos a rendirle hoy, este pequeño homenaje:
“Oda al vino”
Vino color de día,vino color de noche,
vino con pies de púrpura o sangre de topacio,vino,
estrellado hijo de la tierra, vino,
liso como una espada de oro,
suave como un desordenado terciopelo,
vino encaracolado y suspendido,amoroso, marino,
nunca has cabido en una copa,
en un canto,en un hombre, coral, gregario eres,
y cuando menos, mutuo.
A veces te nutres de recuerdos mortales,
en tu ola vamos de tumba en tumba,
picapedrero de sepulcro helado,
y lloramos lágrimas transitorias,
pero tu hermoso traje de primavera es diferente,
el corazón sube a las ramas,
el viento mueve el día,
nada queda dentro de tu alma inmóvil.
El vino mueve la primavera,
crece como una planta la alegría,
caen muros, peñascos,
se cierran los abismos, nace el canto.
Oh tú, jarra de vino,
en el desierto con la sabrosa que amo,
dijo el viejo poeta.
Que el cántaro de vino al beso del amor sume su beso.
Amor mio,
de pronto tu cadera es la curva colmada de la copa,
tu pecho es el racimo,
la luz del alcohol tu cabellera,
las uvas tus pezones,
tu ombligo sello puro estampado en tu vientre de vasija,
y tu amor la cascada de vino inextinguible,
la claridad que cae en mis sentidos,
el esplendor terrestre de la vida.
Pero no sólo amor,beso quemante o corazón quemado eres,vino de vida,
sino amistad de los seres,
transparencia, coro de disciplina,
abundancia de flores.
Amo sobre una mesa,
cuando se habla,
la luz de una botella de inteligente vino.
Que lo beban,
que recuerden en cada gota de oro ocopa de topacio o cuchara
de púrpura que trabajó el otoño hasta llenar de vino las vasijas
y aprenda el hombre oscuro,
en el ceremonial de su negocio,
a recordar la tierra y sus deberes,
a propagar el cántico del fruto.
vino con pies de púrpura o sangre de topacio,vino,
estrellado hijo de la tierra, vino,
liso como una espada de oro,
suave como un desordenado terciopelo,
vino encaracolado y suspendido,amoroso, marino,
nunca has cabido en una copa,
en un canto,en un hombre, coral, gregario eres,
y cuando menos, mutuo.
A veces te nutres de recuerdos mortales,
en tu ola vamos de tumba en tumba,
picapedrero de sepulcro helado,
y lloramos lágrimas transitorias,
pero tu hermoso traje de primavera es diferente,
el corazón sube a las ramas,
el viento mueve el día,
nada queda dentro de tu alma inmóvil.
El vino mueve la primavera,
crece como una planta la alegría,
caen muros, peñascos,
se cierran los abismos, nace el canto.
Oh tú, jarra de vino,
en el desierto con la sabrosa que amo,
dijo el viejo poeta.
Que el cántaro de vino al beso del amor sume su beso.
Amor mio,
de pronto tu cadera es la curva colmada de la copa,
tu pecho es el racimo,
la luz del alcohol tu cabellera,
las uvas tus pezones,
tu ombligo sello puro estampado en tu vientre de vasija,
y tu amor la cascada de vino inextinguible,
la claridad que cae en mis sentidos,
el esplendor terrestre de la vida.
Pero no sólo amor,beso quemante o corazón quemado eres,vino de vida,
sino amistad de los seres,
transparencia, coro de disciplina,
abundancia de flores.
Amo sobre una mesa,
cuando se habla,
la luz de una botella de inteligente vino.
Que lo beban,
que recuerden en cada gota de oro ocopa de topacio o cuchara
de púrpura que trabajó el otoño hasta llenar de vino las vasijas
y aprenda el hombre oscuro,
en el ceremonial de su negocio,
a recordar la tierra y sus deberes,
a propagar el cántico del fruto.
miércoles, 8 de septiembre de 2010
FRANCISCO DE QUEVEDO: VINO Y SIGLO DE ORO
Se cumplen hoy 431 años del nacimiento de Francisco de Quevedo, uno de los escritores más impactantes de la literatura española y una de las figuras centrales del Siglo de Oro español, donde a través de sus prosas y poesías, irá ubicando al vino en un lugar predominante a lo largo de toda su obra literaria.
Este gran escritor del siglo XVII cuenta con obras de características muy satíricas, con un lenguaje en el que esgrimía la burla como su frente de acción, y en los que cuenta con párrafos de una inquieta mordacidad dirigida irónicamente a gran parte de la humanidad, enlazando y describiendo a la vez todos sus placeres en brillantes y paradigmáticas frases.
Con la temática del vino, siempre se pensó que Francisco de Quevedo era un gran bebedor de vinos, y justamente los vinos de la región de Toro, habrían sido muy bien conceptuados por el artista que escribió el famoso soneto sobre el amor: "Amor constante más allá de la muerte".
La genialidad de este poeta lo llevó a escribir obras como “Bebe vino precioso con mosquitos dentro” u otras como "Dijo la rana al mosquito", con esa frase célebre que señala…"Mejor es morir en el vino
que vivir en el agua", y en otra de sus obras, con esa capacidad creadora y tan ingeniosa que lo caracterizaban, escribirá “…para conservar la salud y cobrarla si se pierde, conviene alargar en todo y en todas maneras el uso del beber vino, por ser, con moderación, el mejor vehículo del alimento y la más eficaz medicina”.
Una vez más, el siglo de oro español, con Cervantes, Lope de Vega, o Francisco de Quevedo, consideraron al vino no solo parte de la dieta en la alimentación de los españoles del siglo XVII, sino que también se erigió desde un protagonismo histórico aportado por ese distintivo placer desarrollado tan maravillosamente en cada una de sus obras. Bon Appetit.
Este gran escritor del siglo XVII cuenta con obras de características muy satíricas, con un lenguaje en el que esgrimía la burla como su frente de acción, y en los que cuenta con párrafos de una inquieta mordacidad dirigida irónicamente a gran parte de la humanidad, enlazando y describiendo a la vez todos sus placeres en brillantes y paradigmáticas frases.
Con la temática del vino, siempre se pensó que Francisco de Quevedo era un gran bebedor de vinos, y justamente los vinos de la región de Toro, habrían sido muy bien conceptuados por el artista que escribió el famoso soneto sobre el amor: "Amor constante más allá de la muerte".
La genialidad de este poeta lo llevó a escribir obras como “Bebe vino precioso con mosquitos dentro” u otras como "Dijo la rana al mosquito", con esa frase célebre que señala…"Mejor es morir en el vino
que vivir en el agua", y en otra de sus obras, con esa capacidad creadora y tan ingeniosa que lo caracterizaban, escribirá “…para conservar la salud y cobrarla si se pierde, conviene alargar en todo y en todas maneras el uso del beber vino, por ser, con moderación, el mejor vehículo del alimento y la más eficaz medicina”.
Una vez más, el siglo de oro español, con Cervantes, Lope de Vega, o Francisco de Quevedo, consideraron al vino no solo parte de la dieta en la alimentación de los españoles del siglo XVII, sino que también se erigió desde un protagonismo histórico aportado por ese distintivo placer desarrollado tan maravillosamente en cada una de sus obras. Bon Appetit.
jueves, 12 de agosto de 2010
PABLO PICASSO Y SUS BOTELLAS DE VINO.
Entre los grandes pintores y artistas del siglo XX, uno de los que revolucionó el mundo del arte se llamó Pablo Picasso y fue uno de los tantos que en esos tiempos se reunía en bares junto a otros famosos artistas de diferentes movimientos vanguardistas a beber vinos, champagnes y absentas, las que fueron muchas veces sus acompañantes en cada obra de arte y también en el mismo sentido, se convirtieron en la idea central de sus obras.
Para muchos, Picasso junto a Miguel Angel, fueron los artistas que mayor influencia tuvieron en la transformación histórica del arte, y es que el pintor y escultor español, entre tanta participación en diferentes ámbitos, fue fundador junto a Juan Gris y Georges Braque, del movimiento cubista. Lo destacado del cubismo fue su rechazo a los convencionalismos, dirigiéndose y enfocando su mirada hacia el ilusionismo, jugando con la ruptura en las estructuras, y con la tridimensionalidad en el enfoque central de todo tipo de superficies.
A lo largo de diferentes períodos, Picasso fue modificando su mirada, y en sus obras comenzó utilizando una diversidad de tonos azules representando figuras ligeramente alargadas: luego exploró el grabado, y variadas técnicas. El autor de la maravillosa e importante obra del bombardeo de Guernica en la guerra civil española, se dedicó a pintar en sus obras también bares y salones de comienzos del siglo XX como por ejemplo en su obra “Comida frugal” en la que muestra a un hombre y a una mujer en una mesa sentados, junto a una botella de vino y algo de comida.
También pintará un cuadro en el que va a representar a un niño que está muy contento y que posee una botella de vino en su mano derecha, y en la izquierda tiene una sartén con dos huevos fritos. Tiempo más tarde realizó una construcción de planos con naturaleza muerta de La Botella de vino, ya en sus últimas y clásicas etapas en el cubismo, que también lo encontró retratando copas y vasos de vino.
Picasso fue otro de los grandes artistas del siglo XX como Joan Miró, o como Juan Gris que le dieron un rol destacado al vino en sus representaciones, y es que no resulta casual que en esos tiempos y en los ámbitos que frecuentaban estos famosos artistas, el vino, el champagne, el whisky o la absenta estuvieran presentes en extensas y concurridas veladas en bares y tabernas, y que se iluminaban bajo esos históricos y novelescos escenarios parisinos. Bon Appetit.
Para muchos, Picasso junto a Miguel Angel, fueron los artistas que mayor influencia tuvieron en la transformación histórica del arte, y es que el pintor y escultor español, entre tanta participación en diferentes ámbitos, fue fundador junto a Juan Gris y Georges Braque, del movimiento cubista. Lo destacado del cubismo fue su rechazo a los convencionalismos, dirigiéndose y enfocando su mirada hacia el ilusionismo, jugando con la ruptura en las estructuras, y con la tridimensionalidad en el enfoque central de todo tipo de superficies.
A lo largo de diferentes períodos, Picasso fue modificando su mirada, y en sus obras comenzó utilizando una diversidad de tonos azules representando figuras ligeramente alargadas: luego exploró el grabado, y variadas técnicas. El autor de la maravillosa e importante obra del bombardeo de Guernica en la guerra civil española, se dedicó a pintar en sus obras también bares y salones de comienzos del siglo XX como por ejemplo en su obra “Comida frugal” en la que muestra a un hombre y a una mujer en una mesa sentados, junto a una botella de vino y algo de comida.
También pintará un cuadro en el que va a representar a un niño que está muy contento y que posee una botella de vino en su mano derecha, y en la izquierda tiene una sartén con dos huevos fritos. Tiempo más tarde realizó una construcción de planos con naturaleza muerta de La Botella de vino, ya en sus últimas y clásicas etapas en el cubismo, que también lo encontró retratando copas y vasos de vino.
Picasso fue otro de los grandes artistas del siglo XX como Joan Miró, o como Juan Gris que le dieron un rol destacado al vino en sus representaciones, y es que no resulta casual que en esos tiempos y en los ámbitos que frecuentaban estos famosos artistas, el vino, el champagne, el whisky o la absenta estuvieran presentes en extensas y concurridas veladas en bares y tabernas, y que se iluminaban bajo esos históricos y novelescos escenarios parisinos. Bon Appetit.
jueves, 1 de julio de 2010
NOSTRADAMUS, PROFECIAS Y VINOS HIPOCRATICOS
Se cumplen hoy, 444 años del fallecimiento de un médico y astrólogo llamado Michel de Notre- Dame, más conocido por Nostradamus, y que fue considerado no solo uno de los más conocidos astrólogos de todos los tiempos, sino también un terapeuta que incursionó en el mundo vínico con su famosa receta del “vino hipocrático”, en referencia a un vino con carácter terapéutico.
El hombre que predijo el fin del mundo para el año 3797, tuvo en su más reconocida obra llamada “Las verdaderas centurias astrológicas y profecías” escrita en 1555, su paso a convertirse en el astrólogo más famoso y renombrado de todos los tiempos, que vaticinó tantas catástrofes a lo largo de los siglos posteriores. Pero no tenemos que dejar a un lado su papel de médico, la utilización de la meditación en sus escritos para “mantener en plena forma el sistema nervioso” y su también famosa obra “Tratado de las confituras” de 1552, donde se refiere a las bondades del “vino hipocrático”.
Es importante destacar que a pesar de que la historia nos dejara su imagen astrológica, Nostradamus no dejó de aplicar las profecías médicas como algo preventivo y curativo, partiendo de la meditación no solo como sinónimo de práctica religiosa, sino también, su aplicación diaria para los nervios y posteriores consecuencias.
Del mismo modo, nos han quedado mucha frases con respecto al vino al cual recomendaba en pequeñas dosis, señalando que “La sangre debe ser limpiada como el viñador limpia los barriles cada vez que se renueva la elaboración del vino”, o “en el invierno la sangre se torna pesada; y si no se aligera puede provocar desgano, lo cual esta considerado como la antesala de muchas enfermedades..” Otras frases que demuestran su interés en su faceta preventiva cuando aconseja “...durante todo el periodo de la cura se recomienda no comer carnes grasas ni cosas picantes, ni beber vinos demasiado generosos”.
En el “Tratado de las confituras” va a escribir sobre el famoso “vino hipocrático” que trascribiremos textualmente: “Tomad en época de vendimia, de alguna vieja viña, uva lo más madura posible. Tomaréis la cantidad de mosto que queráis y lo haréis hervir en un gran caldero. En cuanto comience a hervir y a hacer espuma, con una cuchara perforada o una espumadera quitaréis toda la espuma. Lo haréis hervir a fuego lento hasta que se hayan consumido las tres cuartas partes y quede en forma de jarabe un poco verde, es decir mal cocido. Lo sacaréis entonces del fuego, lo pasaréis por una tela o un tamiz. Hallaréis el fondo algo espeso, pero lo colaréis todo, y lo guardaréis todo en una jarra de vidrio o de arcilla bien barnizada.” Evidentemente Nostradamus sabía de que hablaba cuando se refería al vino, pero siempre lo aconsejaba dentro de los parámetros de la moderación… “Sed sobrios en el beber. Uno o dos vasos de vino dan vivacidad a la mesa, pero cuando la cantidad de vino aumenta, siempre aparecen peligros para nuestra salud. Una comida ingerida en la serenidad de la mesa doméstica resulta mucho más valiosa para la salud, que los banquetes con grandes señores, príncipes y prelados.
Una píldora levada (el pan), una dracma de sarmientos (el vino) y la jornada de gallina (el huevo) hacen una buena medicina”. Sin dudas un profeta….Bon Appetit.
El hombre que predijo el fin del mundo para el año 3797, tuvo en su más reconocida obra llamada “Las verdaderas centurias astrológicas y profecías” escrita en 1555, su paso a convertirse en el astrólogo más famoso y renombrado de todos los tiempos, que vaticinó tantas catástrofes a lo largo de los siglos posteriores. Pero no tenemos que dejar a un lado su papel de médico, la utilización de la meditación en sus escritos para “mantener en plena forma el sistema nervioso” y su también famosa obra “Tratado de las confituras” de 1552, donde se refiere a las bondades del “vino hipocrático”.
Es importante destacar que a pesar de que la historia nos dejara su imagen astrológica, Nostradamus no dejó de aplicar las profecías médicas como algo preventivo y curativo, partiendo de la meditación no solo como sinónimo de práctica religiosa, sino también, su aplicación diaria para los nervios y posteriores consecuencias.
Del mismo modo, nos han quedado mucha frases con respecto al vino al cual recomendaba en pequeñas dosis, señalando que “La sangre debe ser limpiada como el viñador limpia los barriles cada vez que se renueva la elaboración del vino”, o “en el invierno la sangre se torna pesada; y si no se aligera puede provocar desgano, lo cual esta considerado como la antesala de muchas enfermedades..” Otras frases que demuestran su interés en su faceta preventiva cuando aconseja “...durante todo el periodo de la cura se recomienda no comer carnes grasas ni cosas picantes, ni beber vinos demasiado generosos”.
En el “Tratado de las confituras” va a escribir sobre el famoso “vino hipocrático” que trascribiremos textualmente: “Tomad en época de vendimia, de alguna vieja viña, uva lo más madura posible. Tomaréis la cantidad de mosto que queráis y lo haréis hervir en un gran caldero. En cuanto comience a hervir y a hacer espuma, con una cuchara perforada o una espumadera quitaréis toda la espuma. Lo haréis hervir a fuego lento hasta que se hayan consumido las tres cuartas partes y quede en forma de jarabe un poco verde, es decir mal cocido. Lo sacaréis entonces del fuego, lo pasaréis por una tela o un tamiz. Hallaréis el fondo algo espeso, pero lo colaréis todo, y lo guardaréis todo en una jarra de vidrio o de arcilla bien barnizada.” Evidentemente Nostradamus sabía de que hablaba cuando se refería al vino, pero siempre lo aconsejaba dentro de los parámetros de la moderación… “Sed sobrios en el beber. Uno o dos vasos de vino dan vivacidad a la mesa, pero cuando la cantidad de vino aumenta, siempre aparecen peligros para nuestra salud. Una comida ingerida en la serenidad de la mesa doméstica resulta mucho más valiosa para la salud, que los banquetes con grandes señores, príncipes y prelados.
Una píldora levada (el pan), una dracma de sarmientos (el vino) y la jornada de gallina (el huevo) hacen una buena medicina”. Sin dudas un profeta….Bon Appetit.
miércoles, 9 de junio de 2010
CHARLES DICKENS, COPPERFIELD Y LA MAGIA DE SU PLUMA.
Se cumplen hoy 200 años del nacimiento de Charles Dickens, famoso novelista inglés que a lo largo de su vida expresaría de modo narrativo, cada una de las vivencias de la sociedad victoriana, y del mismo modo se describiría así mismo como un bebedor moderado, ya que entre muchas de sus obras va a expresar y detallar los excesos del consumo de alcohol en la burguesía inglesa.
El autor de “David Copperfield”, durante la época victoriana tuvo una posición crítica al conservadurismo en muchos aspectos, ya que no solo fue muy crítico con relación a los aumentos de la pobreza y la mayor estratificación social, sino que también era crítico contra un movimiento que se llamaba “movimiento de abstinencia” que pugnaba contra el consumo de alcohol y la venta en lugares públicos como las victorianas tabernas londinenses y que tan magníficamente describe Dickens en sus famosas obras, entre las que se destacaban a la ya citada anteriormente, “Nicholas Nickleby”, “Oliver Twist”, “A Christmas Carol”, “Tiempos Difíciles”, “La Pequeña Dorrit”, entre otras tantas.
Si bien en muchos de los textos Dickens habla del desastre ocasionado por el mal consumo de alcohol, sin embargo señalará en otras tantas citas, actitudes contradictorias, ya que siempre va a hacer profundo hincapié en la moderación. En un sentido, porque ironizaba también cada una de las acciones del “movimiento de abstinencia”, del cual un amigo suyo formaba parte y que señalaba con dedo acusador… “ una cuarta parte del salario de un ciudadano de los barrios pobres va sobre la barra de las tabernas y lugares de ginebra…”.
Hay que destacar que muchas frases de Charles Dickens aparecen en sus textos en una referencia a sus gustos, como por ejemplo "traiga en el relámpago embotellado, un vaso limpio, y un sacacorchos”, o “no acabo de recordar cómo muchos vasos de ponche de whisky cada hombre bebió después de la cena”, sin olvidar su pasión por la cerveza “en particular, hubo un mayordomo con un abrigo azul y botones de brillantes, que dio un buen sabor a la cerveza, la derramó tan espléndidamente”, pero tampoco se va a olvidar del vino al que dejará plasmado en sus obras “El anfitrión había bajado a la bodega, y había llevado hasta botellas de rubí, de color paja, y bebidas de oro, que había madurado hace mucho tiempo en tierras donde no se empaña, y había permanecido dormida desde la sombra. Espumoso y hormigueo después de tanto tiempo de una siesta, empujaron a sus corchos para ayudar a los sacacorchos (como los prisioneros amotinados ayudar a la fuerza sus puertas), y salió bailando alegremente”. Bon Appetit.
El autor de “David Copperfield”, durante la época victoriana tuvo una posición crítica al conservadurismo en muchos aspectos, ya que no solo fue muy crítico con relación a los aumentos de la pobreza y la mayor estratificación social, sino que también era crítico contra un movimiento que se llamaba “movimiento de abstinencia” que pugnaba contra el consumo de alcohol y la venta en lugares públicos como las victorianas tabernas londinenses y que tan magníficamente describe Dickens en sus famosas obras, entre las que se destacaban a la ya citada anteriormente, “Nicholas Nickleby”, “Oliver Twist”, “A Christmas Carol”, “Tiempos Difíciles”, “La Pequeña Dorrit”, entre otras tantas.
Si bien en muchos de los textos Dickens habla del desastre ocasionado por el mal consumo de alcohol, sin embargo señalará en otras tantas citas, actitudes contradictorias, ya que siempre va a hacer profundo hincapié en la moderación. En un sentido, porque ironizaba también cada una de las acciones del “movimiento de abstinencia”, del cual un amigo suyo formaba parte y que señalaba con dedo acusador… “ una cuarta parte del salario de un ciudadano de los barrios pobres va sobre la barra de las tabernas y lugares de ginebra…”.
Hay que destacar que muchas frases de Charles Dickens aparecen en sus textos en una referencia a sus gustos, como por ejemplo "traiga en el relámpago embotellado, un vaso limpio, y un sacacorchos”, o “no acabo de recordar cómo muchos vasos de ponche de whisky cada hombre bebió después de la cena”, sin olvidar su pasión por la cerveza “en particular, hubo un mayordomo con un abrigo azul y botones de brillantes, que dio un buen sabor a la cerveza, la derramó tan espléndidamente”, pero tampoco se va a olvidar del vino al que dejará plasmado en sus obras “El anfitrión había bajado a la bodega, y había llevado hasta botellas de rubí, de color paja, y bebidas de oro, que había madurado hace mucho tiempo en tierras donde no se empaña, y había permanecido dormida desde la sombra. Espumoso y hormigueo después de tanto tiempo de una siesta, empujaron a sus corchos para ayudar a los sacacorchos (como los prisioneros amotinados ayudar a la fuerza sus puertas), y salió bailando alegremente”. Bon Appetit.
viernes, 4 de junio de 2010
CORCHOS, CULTURA Y VINO: SAIMIR STRATI
Los productos relacionados con el vino no son ningún objeto de desperdicio para la cultura, ya habíamos visto pinturas sobre barricas, etiquetas con los más diversos e inusitados dibujos, pinturas y fotografías, y ahora también un artista ha llevado a cabo un gran mural con miles de tapones de corcho en los que representa a un joven con una guitarra.
El artista se llama Saimir Strati, tiene 43 años y es de origen albano, y no es la primera vez que realiza este tipo de obras, anteriormente había entrado en el libro Guinnes de los records por haber representado caballos en un cuadro con un millón de escarbadientes, también había realizado un mural de Leonardo Da Vinci con 500.000 clavos industriales, del mismo modo, ya había ingresado a este famoso libro por un mosaico con la imagen del cantante Michael Jackson con 300.000 pinceles clavados en un mural. Finalmente consiguió por tercera vez el récord con la construcción de un mosaico con más de 200.000 corchos en donde se ve a un joven con una corona tocando la guitarra.
Este mosaico se encuentra en una instalación del Hotel Sheraton de Tirania, Albania, le llevó 28 días de trabajo, con 12 horas diarias, 96 metros cuadrados de dimensión y la solicitud a los pobladores de su ciudad de 230.000 corchos para realizar esta obra que se llama “Romeo con una guitarra y la corona de uvas, el baile con el mar y el sol”, lo cierto es que Saimir Strati realizó el pedido de corchos con una simpleza sorprendente y para él muy razonable... “Tomen!! que necesitamos los corchos!”…y parece que los albanos se lo tomaron en serio…Bon Appetit.
El artista se llama Saimir Strati, tiene 43 años y es de origen albano, y no es la primera vez que realiza este tipo de obras, anteriormente había entrado en el libro Guinnes de los records por haber representado caballos en un cuadro con un millón de escarbadientes, también había realizado un mural de Leonardo Da Vinci con 500.000 clavos industriales, del mismo modo, ya había ingresado a este famoso libro por un mosaico con la imagen del cantante Michael Jackson con 300.000 pinceles clavados en un mural. Finalmente consiguió por tercera vez el récord con la construcción de un mosaico con más de 200.000 corchos en donde se ve a un joven con una corona tocando la guitarra.
Este mosaico se encuentra en una instalación del Hotel Sheraton de Tirania, Albania, le llevó 28 días de trabajo, con 12 horas diarias, 96 metros cuadrados de dimensión y la solicitud a los pobladores de su ciudad de 230.000 corchos para realizar esta obra que se llama “Romeo con una guitarra y la corona de uvas, el baile con el mar y el sol”, lo cierto es que Saimir Strati realizó el pedido de corchos con una simpleza sorprendente y para él muy razonable... “Tomen!! que necesitamos los corchos!”…y parece que los albanos se lo tomaron en serio…Bon Appetit.
viernes, 21 de mayo de 2010
PLATÓN Y EL VINO.
Hoy se cumplirían 2.439 años del nacimiento de Aristocles Podros, más conocido como Platón, siendo importante señalar que en el contexto de las ideas de Sócrates, Pitágoras y Aristóteles, el vino tenía un papel trascendental, tanto así que sus efectos no eran indiferentes al mundo helénico en general.
Platón nació en el año 427 a.c. y hacia el año 406 a.c. ya se encontraba junto a Sócrates recibiendo sus lecciones, en ese entonces Sócrates tenía alrededor de 60 años de edad. Las obras más reconocidas de Platón fueron El Banquete, La República, Diálogos y Las Leyes, entre otras, pero cuando no había solo ideas, especulación y teorías filosóficas, era cuando hablaba del vino y todas sus consecuencias coyunturales.
Es que a los conceptos de civilización y cultura, siempre se la asoció con el mundo del vino, y los hechos demuestran esa relación, que por esos años contaba con una ley del político Dioniso en la que se prohibía el consumo de vino a los menores de dieciocho años, considerándolos inmaduros para tal responsabilidad. Desde los dieciocho años hasta los treinta años, la aristocracia tenía permitido su consumo, siempre y cuando existiese moderación y no hubiera excesos, y finalmente, después de los cuarenta años, al beber vino se lo asociaba a la ‘madurez’ y a aprehender conocimientos, con plegarias e invocaciones a las ‘divinidades’ del vino.
En uno de los libros de Platón donde el vino ocupa más espacios, es en Leyes y en La República, donde señalará…. “Comenzaremos por considerar de qué manera han de vivir los ciudadanos que acabamos de organizar como dijimos. Tendrán que producir -¿cómo podrían no hacerlo? -trigo, vino, vestidos y zapatos, y construirse viviendas. En verano trabajarán de ordinario, medio desnudos y descalzos, y en invierno con el debido abrigo y calzado. Se alimentarán con harina de cebada o de trigo, que cocerán o amasarán: buenas tortas o panes que extenderán sobre cañas u hojas limpias, y que saborearán, ellos y sus hijos, recostados sobre lechos tapizados de ramas de encino y mirto. Coronados de flores, beberán vino y entonarán himnos a los dioses, con el regocijo de estar en compañía”.
Del mismo modo, otras frases relacionadas con el vino pasarán a dar cuenta de su significatividad y de su ambigüedad, cuando por un lado señala… “El vino enciende la cólera (Vinum incendit iram)”, y por otro lado… “En el vino está la verdad (In vino veritas)”, y finalmente una frase que Platón, en muchos sentidos repetiría… “El vino saca a luz los secretos ocultos del alma, infunde vida a nuestras esperanzas, impulsa a luchar al cobarde, disipa las preocupaciones y nos enseña nuevos medios para la realización de nuestros deseos”. Sin palabras…Bon Appetit.
Platón nació en el año 427 a.c. y hacia el año 406 a.c. ya se encontraba junto a Sócrates recibiendo sus lecciones, en ese entonces Sócrates tenía alrededor de 60 años de edad. Las obras más reconocidas de Platón fueron El Banquete, La República, Diálogos y Las Leyes, entre otras, pero cuando no había solo ideas, especulación y teorías filosóficas, era cuando hablaba del vino y todas sus consecuencias coyunturales.
Es que a los conceptos de civilización y cultura, siempre se la asoció con el mundo del vino, y los hechos demuestran esa relación, que por esos años contaba con una ley del político Dioniso en la que se prohibía el consumo de vino a los menores de dieciocho años, considerándolos inmaduros para tal responsabilidad. Desde los dieciocho años hasta los treinta años, la aristocracia tenía permitido su consumo, siempre y cuando existiese moderación y no hubiera excesos, y finalmente, después de los cuarenta años, al beber vino se lo asociaba a la ‘madurez’ y a aprehender conocimientos, con plegarias e invocaciones a las ‘divinidades’ del vino.
En uno de los libros de Platón donde el vino ocupa más espacios, es en Leyes y en La República, donde señalará…. “Comenzaremos por considerar de qué manera han de vivir los ciudadanos que acabamos de organizar como dijimos. Tendrán que producir -¿cómo podrían no hacerlo? -trigo, vino, vestidos y zapatos, y construirse viviendas. En verano trabajarán de ordinario, medio desnudos y descalzos, y en invierno con el debido abrigo y calzado. Se alimentarán con harina de cebada o de trigo, que cocerán o amasarán: buenas tortas o panes que extenderán sobre cañas u hojas limpias, y que saborearán, ellos y sus hijos, recostados sobre lechos tapizados de ramas de encino y mirto. Coronados de flores, beberán vino y entonarán himnos a los dioses, con el regocijo de estar en compañía”.
Del mismo modo, otras frases relacionadas con el vino pasarán a dar cuenta de su significatividad y de su ambigüedad, cuando por un lado señala… “El vino enciende la cólera (Vinum incendit iram)”, y por otro lado… “En el vino está la verdad (In vino veritas)”, y finalmente una frase que Platón, en muchos sentidos repetiría… “El vino saca a luz los secretos ocultos del alma, infunde vida a nuestras esperanzas, impulsa a luchar al cobarde, disipa las preocupaciones y nos enseña nuevos medios para la realización de nuestros deseos”. Sin palabras…Bon Appetit.
viernes, 14 de mayo de 2010
SURREALISMOS, EXCENTRICIDADES Y VERMOUTHS: SALVADOR DALI.
Se recuerda hoy, 23 años del fallecimiento de Salvador Dalí, uno de los máximos representantes de surrealismo y que a lo largo de su vida compartió con el mundo no solo las importantes obras que lo hicieron famoso, sino también sus largas noches acompañado por otros grandes artistas y muchos y variados cócteles y tragos que más tarde serían recordados con su nombre.
Dalí se caracterizó en sus obras exaltando el exhibicionismo, la excentricidad, el narcisismo y la megalomanía, casi como formando parte de su modo de vida, retomando al surrealismo como método de análisis al que llamará “paranoia crítica” y que consistía en cultivar constantemente la ilusión a través de los sueños, siempre teniendo en cuenta que una parte de la mente dejaría bajo ningún control a la razón y la voluntad, lo que desembocaría en creaciones artísticas, pero no solo eso sino que también transmitirá de alguna forma toda su influencia sobre el acontecer de la vida cotidiana.
Sus obras más famosas son “La persistencia de la memoria”, “Muchacha en la ventana”, o “El gran masturbador” y producto de sus amistades con Buñuel, Picasso y Breton compartirán muchas bebidas con alcohol como un cóctel que bebía cotidianamente junto a Buñuel al que llamaban “pomada” en el que predominaba la ginebra y al que le solían agregar jugo de limón, según se señala la ginebra utilizada era la Noilly-Prat de elaboración francesa y que tanto agradaba a Buñuel.
También a Dalí lo cautivaba el licor de hierbabuena de menta que bebía en Cataluña y que considera a su contenido con cualidades afrodisíaco, otro cóctel es el que compartía con su pareja Gala y que consistía en su bebida preferida en Paris, un champagne rosado pero acompañado por jugo de naranja, limón y el infaltable Martini y finalmente ese ya famoso Vermouth doble que tanto disfrutaba acompañando sus mediodías junto a sabrosas aceitunas.
Tenemos que destacar que Dalí tendrá en común con el escritor William Shakespeare esa llamativa contradicción con las bebidas con alcohol y que tan mala experiencia atravesaban ambos tras su excesivo consumo con frases tan inauditas y contundentes como …“cuando se bebe mucho, se confunde todo y se da salida al más miserable subjetivismo y sentimentalismo. Todo lo que uno piensa si ha bebido puede tener algo de genial, pero luego da vergüenza”, pero concluir que por otro lado Dalí sabía disfrutar agradables momentos en conocidos y concurridos bares… “sentado en la terraza del café Regina y bebiendo tres cinzanos con aceitunas, me dedicaba a contemplar a la compacta multitud de mis espectadores…” Sin dudas un artista que no podemos dejar de recordar y disfrutar. Bon Appetit.
Dalí se caracterizó en sus obras exaltando el exhibicionismo, la excentricidad, el narcisismo y la megalomanía, casi como formando parte de su modo de vida, retomando al surrealismo como método de análisis al que llamará “paranoia crítica” y que consistía en cultivar constantemente la ilusión a través de los sueños, siempre teniendo en cuenta que una parte de la mente dejaría bajo ningún control a la razón y la voluntad, lo que desembocaría en creaciones artísticas, pero no solo eso sino que también transmitirá de alguna forma toda su influencia sobre el acontecer de la vida cotidiana.
Sus obras más famosas son “La persistencia de la memoria”, “Muchacha en la ventana”, o “El gran masturbador” y producto de sus amistades con Buñuel, Picasso y Breton compartirán muchas bebidas con alcohol como un cóctel que bebía cotidianamente junto a Buñuel al que llamaban “pomada” en el que predominaba la ginebra y al que le solían agregar jugo de limón, según se señala la ginebra utilizada era la Noilly-Prat de elaboración francesa y que tanto agradaba a Buñuel.
También a Dalí lo cautivaba el licor de hierbabuena de menta que bebía en Cataluña y que considera a su contenido con cualidades afrodisíaco, otro cóctel es el que compartía con su pareja Gala y que consistía en su bebida preferida en Paris, un champagne rosado pero acompañado por jugo de naranja, limón y el infaltable Martini y finalmente ese ya famoso Vermouth doble que tanto disfrutaba acompañando sus mediodías junto a sabrosas aceitunas.
Tenemos que destacar que Dalí tendrá en común con el escritor William Shakespeare esa llamativa contradicción con las bebidas con alcohol y que tan mala experiencia atravesaban ambos tras su excesivo consumo con frases tan inauditas y contundentes como …“cuando se bebe mucho, se confunde todo y se da salida al más miserable subjetivismo y sentimentalismo. Todo lo que uno piensa si ha bebido puede tener algo de genial, pero luego da vergüenza”, pero concluir que por otro lado Dalí sabía disfrutar agradables momentos en conocidos y concurridos bares… “sentado en la terraza del café Regina y bebiendo tres cinzanos con aceitunas, me dedicaba a contemplar a la compacta multitud de mis espectadores…” Sin dudas un artista que no podemos dejar de recordar y disfrutar. Bon Appetit.
domingo, 9 de mayo de 2010
PAUL GAUGUIN, PARIS, "PRIMITIVISMO" Y ABSENTAS.
Se cumplen hoy 108 años del fallecimiento de Paul Gaughin, otro gran artista del siglo XIX que en Francia retrató magistralmente el surgimiento de esa exuberante combinación de la noche parisina y todo el consumo del movimiento artístico alrededor de bebidas espirituosas como la absenta, el whisky y también de cervezas, champagnes y vinos.
Evidentemente Paul Gauguin no fue un pintor más, entre tantos otros, y es que la experiencia con diferentes y muy variadas escuelas lo llevó a otra mirada artística, ya que va a abandonar a la escuela impresionista tratando de expresar nuevas formas de significación como sucederá posteriormente con la escuela del "primitivismo" al que se unirá más tarde, luego de viajar por Africa y Asia y retratar cambios en las formas, en los diseños, alejándose del convencionalismo de la época e influyendo posteriormente sobre artistas de la talla de Matisse, Picasso, y de su amigo Vincent Van Gogh.
Precisamente sobre su relación con Van Gogh quedará en los anales de la historia no solo debido a sus contrastantes miradas de una misma realidad respecto a sus obras sobre los bares de Paris donde Gauguin reflejaba a las bebidas y al alcohol insertos en lazos de solidaridad entre los asiduos concurrentes, a diferencia de su amigo que solo veía depresión y desconsuelo, sino también por un famoso incidente que alcanzó una gran repercusión y fue el que ocurrió con su amigo en las puertas de un prostíbulo de los suburbios de París.
A raíz de importantes investigaciones de historiadores alemanes se pudo concluir en que en realidad existió una disputa entre Gauguin y Van Gogh por cuestiones personales lo que desembocó precipitadamente con Gaughin esgrimiento su sable (ya que era un gran espadachín) y le cortara la oreja a su amigo en un rápido movimiento.
Rodeado de absentas, oscuras y apasionadas noches de la ciudad de las luces, la vida de Gauguin siempre se caracterizó por su rebeldía a todo lo institucional, a las convenciones impuestas que lo fue alejando de los ámbitos familiares y de sus conocidas amistades para revertir en un sentido todo su brillante pasado artístico y difundir a través de su obra una realidad absolutamente transgresora, disímil y exótica en ese romántico languidecer del siglo XIX. Bon Appetit.
Evidentemente Paul Gauguin no fue un pintor más, entre tantos otros, y es que la experiencia con diferentes y muy variadas escuelas lo llevó a otra mirada artística, ya que va a abandonar a la escuela impresionista tratando de expresar nuevas formas de significación como sucederá posteriormente con la escuela del "primitivismo" al que se unirá más tarde, luego de viajar por Africa y Asia y retratar cambios en las formas, en los diseños, alejándose del convencionalismo de la época e influyendo posteriormente sobre artistas de la talla de Matisse, Picasso, y de su amigo Vincent Van Gogh.
Precisamente sobre su relación con Van Gogh quedará en los anales de la historia no solo debido a sus contrastantes miradas de una misma realidad respecto a sus obras sobre los bares de Paris donde Gauguin reflejaba a las bebidas y al alcohol insertos en lazos de solidaridad entre los asiduos concurrentes, a diferencia de su amigo que solo veía depresión y desconsuelo, sino también por un famoso incidente que alcanzó una gran repercusión y fue el que ocurrió con su amigo en las puertas de un prostíbulo de los suburbios de París.
A raíz de importantes investigaciones de historiadores alemanes se pudo concluir en que en realidad existió una disputa entre Gauguin y Van Gogh por cuestiones personales lo que desembocó precipitadamente con Gaughin esgrimiento su sable (ya que era un gran espadachín) y le cortara la oreja a su amigo en un rápido movimiento.
Rodeado de absentas, oscuras y apasionadas noches de la ciudad de las luces, la vida de Gauguin siempre se caracterizó por su rebeldía a todo lo institucional, a las convenciones impuestas que lo fue alejando de los ámbitos familiares y de sus conocidas amistades para revertir en un sentido todo su brillante pasado artístico y difundir a través de su obra una realidad absolutamente transgresora, disímil y exótica en ese romántico languidecer del siglo XIX. Bon Appetit.
viernes, 23 de abril de 2010
SHAKESPEARE Y EL ESPIRITU DEL VINO.
En el día de la fecha, se cumplen 448 años del nacimiento de William Shakespeare, uno de los escritores más célebres de la literatura universal y considerado el dramaturgo más importante de todos los tiempos. Su obra representa diversas temáticas, y hoy pondremos el eje en una contradicción que lo acompañaría a lo largo de toda su vida: la relación del alcohol en sus grandes obras y en el reflejo de su vida personal.
Sucedía a mediados del siglo XVII en toda Europa, que grandes reuniones entre los sectores más acomodados, eran regadas de opulentos banquetes y desmedidos excesos con las bebidas, y todo esto se vio reflejado a lo largo de toda la obra de William Shakespeare. Y es que la vida cotidiana inglesa no difería mucho de lo que el escritor plasmaba en sus obras, ya que desde Romeo y Julieta, Hamlet, El Rey Lear, Macbeth, Otelo, Enrique IV, y tantas obras más, cedería un espacio a subjetivas citas que han quedado en la historia.
Una de las bebidas más consumidas por el artista era la cerveza, (especialmente de Stratford), a la que supervisaba los ingredientes para su elaboración junto a profesionales de la cerveza, ya que existían alrededor de 60 fábricas en Londres. No tanto así con el vino, que si bien lo consumía, era muy caro, ya que lo importaban de Francia y España, tanto el Malvasía, como el vino Canario.
Sucedía a mediados del siglo XVII en toda Europa, que grandes reuniones entre los sectores más acomodados, eran regadas de opulentos banquetes y desmedidos excesos con las bebidas, y todo esto se vio reflejado a lo largo de toda la obra de William Shakespeare. Y es que la vida cotidiana inglesa no difería mucho de lo que el escritor plasmaba en sus obras, ya que desde Romeo y Julieta, Hamlet, El Rey Lear, Macbeth, Otelo, Enrique IV, y tantas obras más, cedería un espacio a subjetivas citas que han quedado en la historia.
Una de las bebidas más consumidas por el artista era la cerveza, (especialmente de Stratford), a la que supervisaba los ingredientes para su elaboración junto a profesionales de la cerveza, ya que existían alrededor de 60 fábricas en Londres. No tanto así con el vino, que si bien lo consumía, era muy caro, ya que lo importaban de Francia y España, tanto el Malvasía, como el vino Canario.
De este mismo país llegaba el Jerez que tanto agradaba a William, y no faltarían citas en “Enrique IV” …"Un saco buenas jerez tiene una operación de dos veces en el mismo, me asciende en el cerebro; seca mí no todos los tontos y sordo y vapores que ella, hace aprensivo, rápida, lleno de fuego y formas ágiles deliciosos, que, entregados oler…. se convierte en el ingenio excelente”….. “la segunda propiedad de su excelente jerez es decir, el calentamiento de la sangre, que, antes del frío y que es la insignia de la pusilanimidad y la cobardía, pero que se calienta el jerez y la hace luego de las entrañas a las partes extremas: se ilumina el rostro, que da como un faro de advertencia para todo el resto de este pequeño reino”… ¿acaso cualquier acto de coraje, y este valor viene de jerez, del mismo se trata de que el príncipe Harry es valiente, porque la sangre fría que naturalmente hereda de su padre, que tiene, como grasa, tierra estéril y desnuda, abonado con un esfuerzo excelente de la bebida y la buena tienda de jerez fértil, que llega a ser muy caliente y valiente…”En muchos tramos de sus obras aparece esa contradicción con el alcohol, ya que en su ambivalencia, señala que es deliciosa, pero del mismo modo aborrece las consecuencias finales…”que los hombres deben poner un enemigo en sus bocas para evadir los cerebros”… .En Macbeth señalará…”el beber es el gran provocador de tres cosas, ¿Pues qué ha de ser? La nariz roja, el sueño y el orinar, en cuanto a la lujuria... la provoca y no la provoca, provoca el deseo, señor, pero impide realizarlo, te hace y te deshace, te excita y te desanima, te persuade y te desalienta, te hace firme pero poco duradero".Y finalmente en Otelo va a aparecer nuevamente esa serie de posiciones contrapuestas …“¡Oh invisible espíritu del vino! Si no tienes nombre, vamos a llamarte diablo!”, pero en otra escena finalizará… “el buen vino es una buena criatura familiar, si se utiliza bien”. Bon Appetit.
jueves, 15 de abril de 2010
LEONARDO DA VINCI Y LA FILOSOFIA DE LA RAZON.
Son muchos, (tanto como sus talentos y disciplinas), pero hoy cumpliría 558 años de edad, Leonardo Da Vinci, y la intención de recordarlo surge no solo por haber sido inventor, escultor, artista, ingeniero, científico, arquitecto, urbanista, poeta, filósofo, escritor, músico, botánico, y uno de los más grandes pintores de todos los tiempos, sino para humanizar un poco al genio, y citar que es lo que estaba ocurriendo en el siglo XV con las bebidas y con los alimentos que tuvieron su protagonismo en el famoso mural de la última cena de Jesucristo y sus apóstoles.
Fue en una ocasión a la que Leonardo Da Vinci fue invitado, con motivo de una celebración de la boda de su sobrino y duque Ludovico el Moro, en el cual se comentaba que Leonardo iba a pintar un mural, pero el que todavía no estaba definido aún, pero lo cierto es que ese mural tenía un correlato, ya que estaba influido por una gran cena con manjares y vinos. Leonardo finalmente, tardaría unos tres años en terminarla y se trataría nada más y nada menos de la última cena de Jesucristo con sus apóstoles.
Y fue así, que Leonardo, encargó una larga mesa para comenzar su obra, y mandó preparar alimentos y traer vinos del Prior, pero no pasará mucho tiempo para que surjan las quejas del prior ya que luego de doce meses, señalaba que ninguna marca ha hecho en la pared, y solo se ha encargado de comer y beber, y en un mensaje le escribe al conde …”las bodegas del priorato han sufrido una gran merma y ahora están secas por completo, pero el maestro Leonardo insiste en probar todos los vinos hasta dar con el adecuado para su obra maestra”…y más adelante elevará su queja, señalando…”mis frailes pasan hambre pues el maestro Leonardo dispones a su antojo de nuestras cocinas día y noche confeccionando lo que él afirma será la comida que precisa para su mesa”.
Es necesario señalar que la tecnología de computación para lo que se vería del mural en los siglos posteriores, permitió a los científicos de la revista médica The International Journal of Obesity, escanear, rotar y calcular las dimensiones de cada una de las imágenes sin importar su orientación en los cuadros para ver que es lo que Leonardo pintó en su mural.
Por su parte, el historiador John Varriano, profesor de la Universidad de Massachussets, en una exhaustiva inspección del cuadro, descubrió con sorpresa que lo que hasta entonces se pensaba como pedazos de carne, eran en realidad restos de anguila, y a lo largo de la mesa se podían visualizar, además de trozos de pan, nítidos gajos de naranja y semillas de granada.
Lo cierto es que Leonardo tardó en realizar su obra casi tres años y fue en los últimos tres meses cuando pintó a los apóstoles, siete vasos de vino tinto medio vacíos y una comida que habría resultado mucho más austera de lo esperado y que habría contado con zanahorias, anguilas y unos huevos cocidos, muy en consonancia con el modo de vida sencillo al que se hallaba la sociedad bajo dominio del imperio romano.
Leonardo (como le gustaba que lo llamaran), fue un adelantado en su época, ya que no solo nos queda de él “La última cena” o “La Gioconda”, o sus múltiples sapiencias que tantos arquetipos dejó para las futuras invenciones, sino que su persona siempre estuvo involucrada al humanismo, al espíritu crítico y sobre todo, a esa infaltable necesidad de inquietud que manifestaba como una curiosidad eterna que tan bien le hizo (y le hace) al pensamiento, para día a día ir construyendo, sociedades más humanas y racionales. Bon Appetit.
Fue en una ocasión a la que Leonardo Da Vinci fue invitado, con motivo de una celebración de la boda de su sobrino y duque Ludovico el Moro, en el cual se comentaba que Leonardo iba a pintar un mural, pero el que todavía no estaba definido aún, pero lo cierto es que ese mural tenía un correlato, ya que estaba influido por una gran cena con manjares y vinos. Leonardo finalmente, tardaría unos tres años en terminarla y se trataría nada más y nada menos de la última cena de Jesucristo con sus apóstoles.
Y fue así, que Leonardo, encargó una larga mesa para comenzar su obra, y mandó preparar alimentos y traer vinos del Prior, pero no pasará mucho tiempo para que surjan las quejas del prior ya que luego de doce meses, señalaba que ninguna marca ha hecho en la pared, y solo se ha encargado de comer y beber, y en un mensaje le escribe al conde …”las bodegas del priorato han sufrido una gran merma y ahora están secas por completo, pero el maestro Leonardo insiste en probar todos los vinos hasta dar con el adecuado para su obra maestra”…y más adelante elevará su queja, señalando…”mis frailes pasan hambre pues el maestro Leonardo dispones a su antojo de nuestras cocinas día y noche confeccionando lo que él afirma será la comida que precisa para su mesa”.
Es necesario señalar que la tecnología de computación para lo que se vería del mural en los siglos posteriores, permitió a los científicos de la revista médica The International Journal of Obesity, escanear, rotar y calcular las dimensiones de cada una de las imágenes sin importar su orientación en los cuadros para ver que es lo que Leonardo pintó en su mural.
Por su parte, el historiador John Varriano, profesor de la Universidad de Massachussets, en una exhaustiva inspección del cuadro, descubrió con sorpresa que lo que hasta entonces se pensaba como pedazos de carne, eran en realidad restos de anguila, y a lo largo de la mesa se podían visualizar, además de trozos de pan, nítidos gajos de naranja y semillas de granada.
Lo cierto es que Leonardo tardó en realizar su obra casi tres años y fue en los últimos tres meses cuando pintó a los apóstoles, siete vasos de vino tinto medio vacíos y una comida que habría resultado mucho más austera de lo esperado y que habría contado con zanahorias, anguilas y unos huevos cocidos, muy en consonancia con el modo de vida sencillo al que se hallaba la sociedad bajo dominio del imperio romano.
Leonardo (como le gustaba que lo llamaran), fue un adelantado en su época, ya que no solo nos queda de él “La última cena” o “La Gioconda”, o sus múltiples sapiencias que tantos arquetipos dejó para las futuras invenciones, sino que su persona siempre estuvo involucrada al humanismo, al espíritu crítico y sobre todo, a esa infaltable necesidad de inquietud que manifestaba como una curiosidad eterna que tan bien le hizo (y le hace) al pensamiento, para día a día ir construyendo, sociedades más humanas y racionales. Bon Appetit.
viernes, 2 de abril de 2010
VAN GOGH Y OTROS REFLEJOS DE PARIS.
Se cumplieron el 30 de marzo pasado, 157 años del nacimiento en los Países Bajos, de Vincent Van Gogh, uno de los artistas que mejor reflejaron la yuxtaposición entre el arte de la pintura y todo lo que significaba todo lo referente al vino, como también así, a las bebidas espirituosas hacia finales del siglo XIX en Francia.
Y es que este pintor post impresionista, fue junto a Toulouse Lautrec, Degas, Picasso, Gauguin, y otros grandes artistas de la escena cultural, los que expresaron en sus obras el mundo de la noche, de las luces, los bares y tabernas, siempre acompañados de bebidas que en esa época se consumía en los bares parisinos, como el vino, el champagne, cervezas, whisky y absenta, entre tantas otras.
La diferencia en Van Gogh, fue quizás diametralmente opuesta a Toulouse Lautrec o Paul Gauguin, ya que estos últimos, describían tabernas bulliciosas con bailarinas y grandes grupos de amigos conversando en las mesas, mientras Van Gogh expresaba en sus obras la embriaguez, la depresión, gente sola y perdida por la bebida en la mesa absortos en su soledad. Quizás fuera parte de la adicción y excesos de alcohol que formaba parte de la vida de Van Gogh, pero vale la pregunta de quien describiría la verdadera realidad de la noche parisina, o tal vez pintaban dos imágenes opuestas de la misma realidad, ya que es muy cierto que la burguesía parisina prefería más asistir a esos sitios que estar en sus casas, ya que las reuniones sociales y el encuentro entre amigos estaban en su apogeo.
Entonces Van Gogh va a retratar ese estado de ánimo que lo plasma en desolación y abandono, reflejando quizás palpablemente su pensamiento y sus emociones, pero que mejor en estos casos que compartir esas obras que tanta historia nos divulgan. Bon Appetit.
Y es que este pintor post impresionista, fue junto a Toulouse Lautrec, Degas, Picasso, Gauguin, y otros grandes artistas de la escena cultural, los que expresaron en sus obras el mundo de la noche, de las luces, los bares y tabernas, siempre acompañados de bebidas que en esa época se consumía en los bares parisinos, como el vino, el champagne, cervezas, whisky y absenta, entre tantas otras.
La diferencia en Van Gogh, fue quizás diametralmente opuesta a Toulouse Lautrec o Paul Gauguin, ya que estos últimos, describían tabernas bulliciosas con bailarinas y grandes grupos de amigos conversando en las mesas, mientras Van Gogh expresaba en sus obras la embriaguez, la depresión, gente sola y perdida por la bebida en la mesa absortos en su soledad. Quizás fuera parte de la adicción y excesos de alcohol que formaba parte de la vida de Van Gogh, pero vale la pregunta de quien describiría la verdadera realidad de la noche parisina, o tal vez pintaban dos imágenes opuestas de la misma realidad, ya que es muy cierto que la burguesía parisina prefería más asistir a esos sitios que estar en sus casas, ya que las reuniones sociales y el encuentro entre amigos estaban en su apogeo.
Entonces Van Gogh va a retratar ese estado de ánimo que lo plasma en desolación y abandono, reflejando quizás palpablemente su pensamiento y sus emociones, pero que mejor en estos casos que compartir esas obras que tanta historia nos divulgan. Bon Appetit.
viernes, 26 de marzo de 2010
TOULOUSE LAUTREC: BARES, TABERNAS Y CULTURA.
Se cumplió el pasado 24 de noviembre el aniversario 146 del nacimiento de uno de los grandes pintores de la escena francesa del siglo XIX. Es que sin duda, si hay un pintor que retrató la noche parisina en todo su esplendor, para exhibir todo el brillo y transmitir todas las excentricidades, la transgresión de los personajes, los aromas más impactantes y los sabores más exuberantes de finales del siglo XIX, ese fue el gran pintor francés, Henri Marie de Toulouse Lautrec.
A este famoso pintor se lo identifica con la escuela postimpresionista, en principio se va a alinear con Edgar Degas y va a participar de la ruptura más importante con el impresionismo, alejándose de las pinturas paisajistas que en esos tiempos pintaban Monet o Renoir para retratar la vida urbana y sobre todo los locales de diversión nocturna.
A Toulouse Lautrec no le interesaban los paisajes sino que prefería los ambientes cerrados, de luces, colores, pero sobre todo luz artificial y centrará de algún modo, toda su atención en las mesas de los bares, los camerinos, los artistas, las bailarina y las prostitutas que siempre estarán acompañados por bebidas con alcohol, desde vinos y cervezas, pasando por brandy y whisky hasta lo que fue su gran adicción en ese círculo, como sería la absenta.
Son muchas las historias sobre su gran problema con los excesos de alcohol, pero en sus pinturas parecía no percibirse ya que expresaba las escenas vividas en las tabernas de modo tan brillante y retratando cada una de las muecas y gestos de las bailarinas, cantantes y artistas caracterizando cada momento con grandes expresiones de vivacidad y alegría. Toulouse Lautrec llegó a transmitir fehacientemente en sus pinturas expresando de modo magistral toda esa sorprendente combinación entre las diferentes bebidas que en esos tiempos se bebían en los cabaret y tabernas a las que asiduamente concurría, y las brillantes obras en donde el pintor logró expresar en su plenitud todas las embrionarias muecas de la modernidad. Bon Appetit.
A este famoso pintor se lo identifica con la escuela postimpresionista, en principio se va a alinear con Edgar Degas y va a participar de la ruptura más importante con el impresionismo, alejándose de las pinturas paisajistas que en esos tiempos pintaban Monet o Renoir para retratar la vida urbana y sobre todo los locales de diversión nocturna.
A Toulouse Lautrec no le interesaban los paisajes sino que prefería los ambientes cerrados, de luces, colores, pero sobre todo luz artificial y centrará de algún modo, toda su atención en las mesas de los bares, los camerinos, los artistas, las bailarina y las prostitutas que siempre estarán acompañados por bebidas con alcohol, desde vinos y cervezas, pasando por brandy y whisky hasta lo que fue su gran adicción en ese círculo, como sería la absenta.
Son muchas las historias sobre su gran problema con los excesos de alcohol, pero en sus pinturas parecía no percibirse ya que expresaba las escenas vividas en las tabernas de modo tan brillante y retratando cada una de las muecas y gestos de las bailarinas, cantantes y artistas caracterizando cada momento con grandes expresiones de vivacidad y alegría. Toulouse Lautrec llegó a transmitir fehacientemente en sus pinturas expresando de modo magistral toda esa sorprendente combinación entre las diferentes bebidas que en esos tiempos se bebían en los cabaret y tabernas a las que asiduamente concurría, y las brillantes obras en donde el pintor logró expresar en su plenitud todas las embrionarias muecas de la modernidad. Bon Appetit.
viernes, 5 de marzo de 2010
OLMEDO: UN BRINDIS AL HUMOR!
En algún momento de la historia se frotó la lámpara del humor y de allí salió un genio, un genio rosarino que nos inundó de alegrías, ensueños, complicidades, ironías, lucidez, e inolvidables idiosincrasias en la utilización del vocabulario. En el día de hoy su imagen merece un humilde recuerdo, ya que hoy cumpliría 78 años el Negro Olmedo, muchas son las páginas y páginas que se han escrito, y su inigualable talento humorístico seguramente nos invitará ha encontrar nuevos matices, sobre lo que fue este gran artista.
Su barrio, ese que le dio tanta letra, era Pichincha, en Rosario, y su ‘calle’ y su persona sería la que recorrería las veredas y las avenidas de la improvisación, su tan ansiado despertar con ese famoso Capitán al que todos llamábamos “Piluso”. Tiempo más tarde lo volveríamos a reencontrar en la imagen de “Rucucu”, y unos años después hará todavía más famoso al queso y al dulce que lo que ha hecho la gastronomía popular, con el “Fresco” y “Batata” junto a Porcel.
Las continuas bromas que realizaba sobre si mismo crecerían a pasos agigantados en “No toca botón” donde va a encontrar aliados para las cargadas, tanto de sus errores como los de todo su equipo, y dilapidará humor e ironías desde personajes como “El dictador de la costa pobre”, “Chiquito Reyes”, “El Manosanta”, “El mucamo Perkins”, “Rogelio Roldán”, entre tantos, y con los largos, encantadores, y sorprendentes diálogos junto a Portales, en “Alvarez y Borges” que nos han regalado uno de los capítulos más memorables de la televisión argentina.
Y es que a partir de ahí apareció el fantástico roce con la gente, ese juego que no se sabía como finalizaba, unas veces con el público, otras tantas con las cámaras, y si hasta las publicidades eran chivos con guiños cómplices; el famoso ¡Sa Voy! los fideos Nutregal, los alíscafos Belt, y las frases que aún hoy resuenan entre nosotros…¡Eramos tan pobres!, ¡Y..si no me tienen fe!, ¡Siempre que llovió, paró!, ¡Soy pitufo, pero no bolufo!, ¡Ruu cuu cuu!, entre tantas otras genialidades. Inolvidables resultan esas sonrisas de atorrante hacia la cámara, los manoseos a Portales, (cuando era sabido que no le gustaba eso), sus famosos cruces de piernas, los cuentos absurdos de dramatismo en los que presentaba a un corazón al centro de la escena, y sus apasionados gustos por las bebidas para acompañar ruedas de amigos. Toda la cultura popular reflejada en pocas palabras ya que había conocido la pobreza y las grandes experiencias de vida, esa vida que barajó y repartió sin escatimar a quien iba dirigida, con entrega y claridad inigualables, como solo Alberto Olmedo podía hacerlo…¡Y...si la vamo a hacer, la vamo a hacer bien!
Su barrio, ese que le dio tanta letra, era Pichincha, en Rosario, y su ‘calle’ y su persona sería la que recorrería las veredas y las avenidas de la improvisación, su tan ansiado despertar con ese famoso Capitán al que todos llamábamos “Piluso”. Tiempo más tarde lo volveríamos a reencontrar en la imagen de “Rucucu”, y unos años después hará todavía más famoso al queso y al dulce que lo que ha hecho la gastronomía popular, con el “Fresco” y “Batata” junto a Porcel.
Las continuas bromas que realizaba sobre si mismo crecerían a pasos agigantados en “No toca botón” donde va a encontrar aliados para las cargadas, tanto de sus errores como los de todo su equipo, y dilapidará humor e ironías desde personajes como “El dictador de la costa pobre”, “Chiquito Reyes”, “El Manosanta”, “El mucamo Perkins”, “Rogelio Roldán”, entre tantos, y con los largos, encantadores, y sorprendentes diálogos junto a Portales, en “Alvarez y Borges” que nos han regalado uno de los capítulos más memorables de la televisión argentina.
Y es que a partir de ahí apareció el fantástico roce con la gente, ese juego que no se sabía como finalizaba, unas veces con el público, otras tantas con las cámaras, y si hasta las publicidades eran chivos con guiños cómplices; el famoso ¡Sa Voy! los fideos Nutregal, los alíscafos Belt, y las frases que aún hoy resuenan entre nosotros…¡Eramos tan pobres!, ¡Y..si no me tienen fe!, ¡Siempre que llovió, paró!, ¡Soy pitufo, pero no bolufo!, ¡Ruu cuu cuu!, entre tantas otras genialidades. Inolvidables resultan esas sonrisas de atorrante hacia la cámara, los manoseos a Portales, (cuando era sabido que no le gustaba eso), sus famosos cruces de piernas, los cuentos absurdos de dramatismo en los que presentaba a un corazón al centro de la escena, y sus apasionados gustos por las bebidas para acompañar ruedas de amigos. Toda la cultura popular reflejada en pocas palabras ya que había conocido la pobreza y las grandes experiencias de vida, esa vida que barajó y repartió sin escatimar a quien iba dirigida, con entrega y claridad inigualables, como solo Alberto Olmedo podía hacerlo…¡Y...si la vamo a hacer, la vamo a hacer bien!
miércoles, 3 de marzo de 2010
MENDOZA, ARTE Y VINO.
Quizás en pocas horas, es muy difícil concentrarse en recorrer lugares significativos de una ciudad, pero es necesario remarcar, que el vino juega su partido en Mendoza, y probablemente, el triunfo esté asegurado, ya que a lo largo de esta bella ciudad, se pueden encontrar, una buena cantidad de vinotecas, donde se brindan charlas y degustaciones, y también numerosos espacios que dan lugar al arte, y toda su relación con el mundo vitivinícola.
En ese sentido, me dirigí a estos centros culturales, al menos para tratar de registrarlos, e intentar transmitirlos a través de un lente, y que sin embargo, refleje la calidez a la que nos tiene acostumbrado este maravilloso placer, que suele acortar distancias y aglutinar sentimientos.
Ciertas veces, las palabras abundan, y es necesario allanar el camino, para que el arte y la historia murmuren sus expresiones y sus representaciones. Una vez más, no es casual que esa combinación, junto a la historia del vino, sellen uno de los maridajes más elegantes y sensuales que nos podamos cruzar en nuestro camino. Bon Appetit.
En ese sentido, me dirigí a estos centros culturales, al menos para tratar de registrarlos, e intentar transmitirlos a través de un lente, y que sin embargo, refleje la calidez a la que nos tiene acostumbrado este maravilloso placer, que suele acortar distancias y aglutinar sentimientos.
Ciertas veces, las palabras abundan, y es necesario allanar el camino, para que el arte y la historia murmuren sus expresiones y sus representaciones. Una vez más, no es casual que esa combinación, junto a la historia del vino, sellen uno de los maridajes más elegantes y sensuales que nos podamos cruzar en nuestro camino. Bon Appetit.
miércoles, 10 de febrero de 2010
JUAN GRIS: ARTE, VINO Y PINTURA.
Muchas veces resulta impactante ver lo que puede hacer la expresión del arte sobre la realidad cotidiana, y en numerosas ocasiones hemos comprobado que grandes artistas, no casualmente, han dedicado y trabajado a lo largo de su vida, la influencia que el mundo del vino, ha aportado sobre toda su obra, este es el caso de Juan Gris, que hoy cumpliría 125 años.
Juan Gris es el seudónimo de José Victoriano González, nació en Madrid en 1887, y falleció en Francia a los 40 años de edad, Juan fue considerado uno de los artistas que más ha contribuido a la pintura española de todo el siglo XX, y junto a Picasso y Braque, han sido tres de las figuras más trascendentales que ha dado el movimiento cubista al arte en general.
El Reina Sofía, uno de los Museos más importantes de España y del mundo, posee 19 de las más grandes obras de este artista, pinturas inolvidables relacionadas a la naturaleza muerta, y a otros factores muy importantes como la luz y el espacio. Para no extendernos tanto, nada mejor que compartir esta serie de pinturas, en las que el artista le otorga un lugar especial a los objetos, como la botella, la copa, la guitarra, en planos yuxtapuestos, y deja trascender la apariencia para pasar a ser una construcción de la realidad, y bien vale destacar a su vez, los posicionamientos horizontales, verticales y tridimensionales que el autor representa más allá de las múltiples líneas y planos y el énfasis que el artista dará principalmente a los objetos, destacando su nitidez, para abstraerlos de la ilusión. Indudablemente, Juan Gris, para disfrutar junto a un buen vino. Bon Appetit.
Juan Gris es el seudónimo de José Victoriano González, nació en Madrid en 1887, y falleció en Francia a los 40 años de edad, Juan fue considerado uno de los artistas que más ha contribuido a la pintura española de todo el siglo XX, y junto a Picasso y Braque, han sido tres de las figuras más trascendentales que ha dado el movimiento cubista al arte en general.
El Reina Sofía, uno de los Museos más importantes de España y del mundo, posee 19 de las más grandes obras de este artista, pinturas inolvidables relacionadas a la naturaleza muerta, y a otros factores muy importantes como la luz y el espacio. Para no extendernos tanto, nada mejor que compartir esta serie de pinturas, en las que el artista le otorga un lugar especial a los objetos, como la botella, la copa, la guitarra, en planos yuxtapuestos, y deja trascender la apariencia para pasar a ser una construcción de la realidad, y bien vale destacar a su vez, los posicionamientos horizontales, verticales y tridimensionales que el autor representa más allá de las múltiples líneas y planos y el énfasis que el artista dará principalmente a los objetos, destacando su nitidez, para abstraerlos de la ilusión. Indudablemente, Juan Gris, para disfrutar junto a un buen vino. Bon Appetit.
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