viernes, 21 de mayo de 2010

PLATÓN Y EL VINO.

Hoy se cumplirían 2.439 años del nacimiento de Aristocles Podros, más conocido como Platón, siendo importante señalar que en el contexto de las ideas de Sócrates, Pitágoras y Aristóteles, el vino tenía un papel trascendental, tanto así que sus efectos no eran indiferentes al mundo helénico en general.
Platón nació en el año 427 a.c. y hacia el año 406 a.c. ya se encontraba junto a Sócrates recibiendo sus lecciones, en ese entonces Sócrates tenía alrededor de 60 años de edad. Las obras más reconocidas de Platón fueron El Banquete, La República, Diálogos y Las Leyes, entre otras, pero cuando no había solo ideas, especulación y teorías filosóficas, era cuando hablaba del vino y todas sus consecuencias coyunturales.
Es que a los conceptos de civilización y cultura, siempre se la asoció con el mundo del vino, y los hechos demuestran esa relación, que por esos años contaba con una ley del político Dioniso en la que se prohibía el consumo de vino a los menores de dieciocho años, considerándolos inmaduros para tal responsabilidad. Desde los dieciocho años hasta los treinta años, la aristocracia tenía permitido su consumo, siempre y cuando existiese moderación y no hubiera excesos, y finalmente, después de los cuarenta años, al beber vino se lo asociaba a la ‘madurez’ y a aprehender conocimientos, con plegarias e invocaciones a las ‘divinidades’ del vino.
En uno de los libros de Platón donde el vino ocupa más espacios, es en Leyes y en La República, donde señalará…. “Comenzaremos por considerar de qué manera han de vivir los ciudadanos que acabamos de organizar como dijimos. Tendrán que producir -¿cómo podrían no hacerlo? -trigo, vino, vestidos y zapatos, y construirse viviendas. En verano trabajarán de ordinario, medio desnudos y descalzos, y en invierno con el debido abrigo y calzado. Se alimentarán con harina de cebada o de trigo, que cocerán o amasarán: buenas tortas o panes que extenderán sobre cañas u hojas limpias, y que saborearán, ellos y sus hijos, recostados sobre lechos tapizados de ramas de encino y mirto. Coronados de flores, beberán vino y entonarán himnos a los dioses, con el regocijo de estar en compañía”.
Del mismo modo, otras frases relacionadas con el vino pasarán a dar cuenta de su significatividad y de su ambigüedad, cuando por un lado señala… “El vino enciende la cólera (Vinum incendit iram)”, y por otro lado… “En el vino está la verdad (In vino veritas)”, y finalmente una frase que Platón, en muchos sentidos repetiría… “El vino saca a luz los secretos ocultos del alma, infunde vida a nuestras esperanzas, impulsa a luchar al cobarde, disipa las preocupaciones y nos enseña nuevos medios para la realización de nuestros deseos”. Sin palabras…Bon Appetit.

viernes, 14 de mayo de 2010

SURREALISMOS, EXCENTRICIDADES Y VERMOUTHS: SALVADOR DALI.

Se recuerda hoy, 23 años del fallecimiento de Salvador Dalí, uno de los máximos representantes de surrealismo y que a lo largo de su vida compartió con el mundo no solo las importantes obras que lo hicieron famoso, sino también sus largas noches acompañado por otros grandes artistas y muchos y variados cócteles y tragos que más tarde serían recordados con su nombre.
Dalí se caracterizó en sus obras exaltando el exhibicionismo, la excentricidad, el narcisismo y la megalomanía, casi como formando parte de su modo de vida, retomando al surrealismo como método de análisis
al que llamará “paranoia crítica” y que consistía en cultivar constantemente la ilusión a través de los sueños, siempre teniendo en cuenta que una parte de la mente dejaría bajo ningún control a la razón y la voluntad, lo que desembocaría en creaciones artísticas, pero no solo eso sino que también transmitirá de alguna forma toda su influencia sobre el acontecer de la vida cotidiana.
Sus obras más famosas son “La persistencia de la memoria”, “Muchacha en la ventana”, o “El gran masturbador” y producto de sus amistades con Buñuel, Picasso y Breton compartirán muchas bebidas con alcohol como un cóctel que bebía cotidianamente junto a Buñuel al que llamaban “pomada” en el que predominaba la ginebra y al que le solían agregar jugo
de limón, según se señala la ginebra utilizada era la Noilly-Prat de elaboración francesa y que tanto agradaba a Buñuel.
También a Dalí lo cautivaba el licor de hierbabuena de menta que bebía en
Cataluña y que considera a su contenido con cualidades afrodisíaco, otro cóctel es el que compartía con su pareja Gala y que consistía en su bebida preferida en Paris, un champagne rosado pero acompañado por jugo de naranja, limón y el infaltable Martini y finalmente ese ya famoso Vermouth doble que tanto disfrutaba acompañando sus mediodías junto a sabrosas aceitunas.
Tenemos que destacar que Dalí tendrá en común con el escritor William Shakespeare esa llamativa contradicción con las bebidas con alcohol y que tan mala experiencia atravesaban ambos tras su excesivo consumo con frases tan inauditas y contundentes como …“cuando se bebe mucho, se confunde todo y se da salida al más miserable subjetivismo y sentimentalismo. Todo lo que uno piensa si ha bebido puede tener algo de genial, pero luego da vergüenza”, pero concluir que por otro lado Dalí sabía disfrutar agradables momentos en conocidos y concurridos bares… “sentado en la terraza del café Regina y bebiendo tres cinzanos con aceitunas, me dedicaba a contemplar a la compacta multitud de mis espectadores…” Sin dudas un artista que no podemos dejar de recordar y disfrutar. Bon Appetit.

domingo, 9 de mayo de 2010

PAUL GAUGUIN, PARIS, "PRIMITIVISMO" Y ABSENTAS.

Se cumplen hoy 108 años del fallecimiento de Paul Gaughin, otro gran artista del siglo XIX que en Francia retrató magistralmente el surgimiento de esa exuberante combinación de la noche parisina y todo el consumo del movimiento artístico alrededor de bebidas espirituosas como la absenta, el whisky y también de cervezas, champagnes y vinos.
Evidentemente Paul Gauguin no fue un pintor más, entre tantos otros, y es que la experiencia con diferentes y muy variadas escuelas lo llevó a otra mirada artística, ya que va a abandonar a la escuela impresionista tratando de expresar nuevas formas de significación como sucederá posteriormente con la escuela del "primitivismo" al que se unirá más tarde, luego de viajar por Africa y Asia y retratar cambios en las formas, en los diseños, alejándose del convencionalismo de la época e influyendo posteriormente sobre artistas de la talla de Matisse, Picasso, y de su amigo Vincent Van Gogh.
Precisamente sobre su relación con Van Gogh quedará en los anales de la historia no solo debido a sus contrastantes miradas de una misma realidad respecto a sus obras sobre los bares de Paris donde Gauguin reflejaba a las bebidas y al alcohol insertos en lazos de solidaridad entre los asiduos concurrentes, a diferencia de su amigo que solo veía depresión y desconsuelo, sino también por un famoso incidente que alcanzó una gran repercusión y fue el que ocurrió con su amigo en las puertas de un prostíbulo de los suburbios de París.
A raíz de importantes investigaciones de historiadores alemanes se pudo concluir en que en realidad existió una disputa entre Gauguin y Van Gogh por cuestiones personales lo que desembocó precipitadamente con Gaughin esgrimiento su sable (ya que era un gran espadachín) y le cortara la oreja a su amigo en un rápido movimiento.
Rodeado de absentas, oscuras y apasionadas noches de la ciudad de las luces, la vida de Gauguin siempre se caracterizó por su rebeldía a todo lo institucional, a las convenciones impuestas que lo fue alejando de los ámbitos familiares y de sus conocidas amistades para revertir en un sentido todo su brillante pasado artístico y difundir a través de su obra una realidad absolutamente transgresora, disímil y exótica en ese romántico languidecer del siglo XIX. Bon Appetit.

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