Ayer 25 de diciembre, se cumpieron 28 años del fallecimiento de uno de los grandes exponentes del surrealismo, Joan Miró, quien fuera una de las figuras más importantes de este movimiento y que tuvo grandes influencias sobre Dalí y Picasso, en un contexto muy marcadadamente política, social y culturalmente.
Miró era pintor, escultor y ceramista español, luego de haber realizado estudios durante tres años de pinturas, paisajismo y retratos, fue inspirado en una primera etapa por los fauvistas y posteriormente será seducido por los cubistas.
Hay una anécdota que lo encuentra pintando un cuadro de los campos de su familia y que le traía muchos recuerdos, el cual quería exponer en Barcelona; ese cuadro le demoró un año en realizarlo, no contaba con dinero para solventarse, (ya que su situación económica era muy inestable), y las galerías no querían aceptar su obra, hasta que la dejó en un bar que habitualmente visitaba y que también contaba con Ernest Hemingway entre sus habitués, el que se acercó a beber un trago y viendo el cuadro, preguntó cuánto costaba, lo que no dudó en adquirírselo por 2.000 francos, que lo sacaron momentáneamente de la pobreza.
Su acercamiento en 1920 al surrealismo en París, lo llevó a visualizar toda la temática onírica y el tratamiento del inconsciente, que fue lo que marcaría el futuro de muchas de sus obras, los sueños fueron poniendo de relieve su personalidad, ya que ese era el camino elegido por Miró, y a pesar de distanciarse de los surrealistas unos años más tarde, (ya que sostenía que cada día se iban haciendo mucho más evidentes), realiza en 1924 una obra llamada La botella de vino, en donde se expresa la utilización de formas retorcidas, con muchas líneas onduladas que dan señales de movimientos ondulantes, las montañas que pueden simbolizar su Cataluña añorada, una serpiente con grandes ojos rojos, persiguiendo a un insecto, el volcán que parece estallar en la base de la botella y vapores que parecen perderse en el horizonte.
Esta botella de vino nos presenta algo de todo lo que ha plasmado el movimiento surrealista, en base a las asociaciones libres y todo lo que tiene que ver con la imaginación, agregando que la presencia de la botella no es casual, ya que Miró era un ferviente consumidor de deliciosos y refinados vinos, con lo que disfrutaba y compartía con muchos intelectuales del movimiento surrealista, la pasión por el arte de la pintura, de los sueños y por supuesto también, con el mundo del vino. Bon Appetit.
lunes, 26 de diciembre de 2011
miércoles, 12 de octubre de 2011
ANTONIO BERNI: PINTURA, VINO Y SOLIDARIDAD.
Se cumple mañana, 13 de octubre, 30 años del fallecimiento de Antonio Berni, el gran pintor argentino nacido en Rosario en 1905, y que desnuda en toda su obra la preocupación por las cuestiones sociales de la vida diaria, y sobre todo las más injustas que la atravesaban. También lo recordamos desde la órbita vitivinícola, como lo hizo la Bodega Navarro Correas con la etiqueta de su obra “La Puerta Abierta" en uno de sus vinos hace unos años.
Una breve reseña histórica para señalar que a los 15 años, Antonio Berni ya estaba exponiendo paisajes suburbanos de la ciudad sobre óleo, los primeros años lo fueron llevando hacia el paisajismo y al impresionismo, y con el viaje a España, volcaría toda su preocupación social en obras como “Puerta cerrada”, entre tantas otras. Para esa época tuvo un gran acercamiento con el surrealismo, tratando por todos los medios de expresar esa liberación del inconsciente, como sucede con los sueños, dejando a un lado a la razón,para ver las múltiples expresiones del mundo interior, su disimilitud con la realidad misma, y donde se iban a visualizar todas las más inefables conexiones, que dieran lugar a un análisis racional.
A todo esto, Berni ya recorría Europa, en París conocería a Magritte, quien lo ingresaría definitivamente en el mundo surrealista. Paralelamente continuaría con toda sus preocupaciones sociales que lo llevarían a comprometerse con muchas organizaciones sociales en el mundo y con muchos grupos de acción política. En 1932 pinta “La Puerta Abierta”, donde se puede observar un gran rompecabezas de objetos, de simbolismos, de colores, pero sobre todo el énfasis en la perspectiva, esa que el surrealismo no sabe de distancias.La puerta, el muro, el gran alfiler, la llave y esos cubos, no permiten analizar este ida y vuelta, no se sabe de las distancias, de los espacios entre las cosas, y ese juego constante de lo real y lo irreal, y su determinación en las sensaciones, las emociones, los miedos y el poder transmitir de algún modo,todos los hechos de la realidad social.
La vida y obra de Antonio Berni se desarrolla maravillosa y ampliamente con la aparición y la evolución en sus obras, de personajes como “Juanito Laguna” y “Ramona Montiel”, sus vivencias y la contextualización de todo el preocupante entorno de desocupación y pobreza que expresa en su visión de esa realidad, una mirada hasta irónica que afortunadamente se dedica a retratar desde su arte situaciones de la vida diaria, siendo sumamente valederas y contundentes todas las razones que llevan a la pintura de un grande como Berni a un placer visual con mucho sentido, mucho más que una semilla para crear conciencia. Bon Appetit.
Una breve reseña histórica para señalar que a los 15 años, Antonio Berni ya estaba exponiendo paisajes suburbanos de la ciudad sobre óleo, los primeros años lo fueron llevando hacia el paisajismo y al impresionismo, y con el viaje a España, volcaría toda su preocupación social en obras como “Puerta cerrada”, entre tantas otras. Para esa época tuvo un gran acercamiento con el surrealismo, tratando por todos los medios de expresar esa liberación del inconsciente, como sucede con los sueños, dejando a un lado a la razón,para ver las múltiples expresiones del mundo interior, su disimilitud con la realidad misma, y donde se iban a visualizar todas las más inefables conexiones, que dieran lugar a un análisis racional.
A todo esto, Berni ya recorría Europa, en París conocería a Magritte, quien lo ingresaría definitivamente en el mundo surrealista. Paralelamente continuaría con toda sus preocupaciones sociales que lo llevarían a comprometerse con muchas organizaciones sociales en el mundo y con muchos grupos de acción política. En 1932 pinta “La Puerta Abierta”, donde se puede observar un gran rompecabezas de objetos, de simbolismos, de colores, pero sobre todo el énfasis en la perspectiva, esa que el surrealismo no sabe de distancias.La puerta, el muro, el gran alfiler, la llave y esos cubos, no permiten analizar este ida y vuelta, no se sabe de las distancias, de los espacios entre las cosas, y ese juego constante de lo real y lo irreal, y su determinación en las sensaciones, las emociones, los miedos y el poder transmitir de algún modo,todos los hechos de la realidad social.
La vida y obra de Antonio Berni se desarrolla maravillosa y ampliamente con la aparición y la evolución en sus obras, de personajes como “Juanito Laguna” y “Ramona Montiel”, sus vivencias y la contextualización de todo el preocupante entorno de desocupación y pobreza que expresa en su visión de esa realidad, una mirada hasta irónica que afortunadamente se dedica a retratar desde su arte situaciones de la vida diaria, siendo sumamente valederas y contundentes todas las razones que llevan a la pintura de un grande como Berni a un placer visual con mucho sentido, mucho más que una semilla para crear conciencia. Bon Appetit.
jueves, 22 de septiembre de 2011
PABLO NERUDA: EL POETA Y EL VINO
Se cumplen hoy 38 años del fallecimiento de uno de los más grandes poetas del siglo XX, sus cualidades son sinónimo de insondables valores humanos y sociales, en donde también vemos que despliega el brillo de un destacado amor por los placeres que atribuye a los sentidos, donde irá plasmando con la calidez y la genialidad que lo caracterizan, esplendorosos destellos de iluminadas palabras que convergen en un inigualable poema que retrata maravillosa y decorosamente al vino, y será con el que vamos a rendirle hoy, este humilde homenaje:
ODA AL VINO
Vino color de día,vino color de noche,
vino con pies de púrpura o sangre de topacio,vino,
estrellado hijo de la tierra, vino,
liso como una espada de oro,
suave como un desordenado terciopelo,
vino encaracolado y suspendido,amoroso, marino,
nunca has cabido en una copa,
en un canto,en un hombre, coral, gregario eres,
y cuando menos, mutuo.
A veces te nutres de recuerdos mortales,
en tu ola vamos de tumba en tumba,
picapedrero de sepulcro helado,
y lloramos lágrimas transitorias,
pero tu hermoso traje de primavera es diferente,
el corazón sube a las ramas,
el viento mueve el día,
nada queda dentro de tu alma inmóvil.
El vino mueve la primavera,
crece como una planta la alegría,
caen muros, peñascos,
se cierran los abismos, nace el canto.
Oh tú, jarra de vino,
en el desierto con la sabrosa que amo,
dijo el viejo poeta.
Que el cántaro de vino al beso del amor sume su beso.
Amor mio,
de pronto tu cadera es la curva colmada de la copa,
tu pecho es el racimo,
la luz del alcohol tu cabellera,
las uvas tus pezones,
tu ombligo sello puro estampado en tu vientre de vasija,
y tu amor la cascada de vino inextinguible,
la claridad que cae en mis sentidos,
el esplendor terrestre de la vida.
Pero no sólo amor,beso quemante o corazón quemado eres,vino de vida,
sino amistad de los seres,
transparencia, coro de disciplina,
abundancia de flores.
Amo sobre una mesa,
cuando se habla,
la luz de una botella de inteligente vino.
Que lo beban,
que recuerden en cada gota de oro ocopa de topacio o cuchara
de púrpura que trabajó el otoño hasta llenar de vino las vasijas
y aprenda el hombre oscuro,
en el ceremonial de su negocio,
a recordar la tierra y sus deberes,
a propagar el cántico del fruto.
vino con pies de púrpura o sangre de topacio,vino,
estrellado hijo de la tierra, vino,
liso como una espada de oro,
suave como un desordenado terciopelo,
vino encaracolado y suspendido,amoroso, marino,
nunca has cabido en una copa,
en un canto,en un hombre, coral, gregario eres,
y cuando menos, mutuo.
A veces te nutres de recuerdos mortales,
en tu ola vamos de tumba en tumba,
picapedrero de sepulcro helado,
y lloramos lágrimas transitorias,
pero tu hermoso traje de primavera es diferente,
el corazón sube a las ramas,
el viento mueve el día,
nada queda dentro de tu alma inmóvil.
El vino mueve la primavera,
crece como una planta la alegría,
caen muros, peñascos,
se cierran los abismos, nace el canto.
Oh tú, jarra de vino,
en el desierto con la sabrosa que amo,
dijo el viejo poeta.
Que el cántaro de vino al beso del amor sume su beso.
Amor mio,
de pronto tu cadera es la curva colmada de la copa,
tu pecho es el racimo,
la luz del alcohol tu cabellera,
las uvas tus pezones,
tu ombligo sello puro estampado en tu vientre de vasija,
y tu amor la cascada de vino inextinguible,
la claridad que cae en mis sentidos,
el esplendor terrestre de la vida.
Pero no sólo amor,beso quemante o corazón quemado eres,vino de vida,
sino amistad de los seres,
transparencia, coro de disciplina,
abundancia de flores.
Amo sobre una mesa,
cuando se habla,
la luz de una botella de inteligente vino.
Que lo beban,
que recuerden en cada gota de oro ocopa de topacio o cuchara
de púrpura que trabajó el otoño hasta llenar de vino las vasijas
y aprenda el hombre oscuro,
en el ceremonial de su negocio,
a recordar la tierra y sus deberes,
a propagar el cántico del fruto.
miércoles, 24 de agosto de 2011
OLMEDO: A LA SALUD DEL HUMOR
En algún momento de la historia se frotó la lámpara del humor y de allí salió un genio, un genio rosarino que nos inundó de alegrías, ensueños, complicidades, ironías, lucidez, e inolvidables idiosincrasias en la utilización del vocabulario. En el día de hoy su imagen merece un humilde recuerdo, ya que hoy cumpliría 78 años el Negro Olmedo, muchas son las páginas y páginas que se han escrito, y su inigualable talento humorístico seguramente nos invitará ha encontrar nuevos matices, sobre lo que fue este gran artista.
Su barrio, ese que le dio tanta letra, era Pichincha, en Rosario, y su ‘calle’ y su persona sería la que recorrería las veredas y las avenidas de la improvisación, su tan ansiado despertar con ese famoso Capitán al que todos llamábamos “Piluso”. Tiempo más tarde lo volveríamos a reencontrar en la imagen de “Rucucu”, y unos años después hará todavía más famoso al queso y al dulce que lo que ha hecho la gastronomía popular, con el “Fresco” y “Batata” junto a Porcel.
Las continuas bromas que realizaba sobre si mismo crecerían a pasos agigantados en “No toca botón” donde va a encontrar aliados para las cargadas, tanto de sus errores como los de todo su equipo, y dilapidará humor e ironías desde personajes como “El dictador de la costa pobre”, “Chiquito Reyes”, “El Manosanta”, “El mucamo Perkins”, “Rogelio Roldán”, entre tantos, y con los largos, encantadores, y sorprendentes diálogos junto a Portales, en “Alvarez y Borges” que nos han regalado uno de los capítulos más memorables de la televisión argentina.
Y es que a partir de ahí apareció el fantástico roce con la gente, ese juego que no se sabía como finalizaba, unas veces con el público, otras tantas con las cámaras, y si hasta las publicidades eran chivos con guiños cómplices; el famoso ¡Sa Voy! los fideos Nutregal, los alíscafos Belt, y las frases que aún hoy resuenan entre nosotros…¡Eramos tan pobres!, ¡Y..si no me tienen fe!, ¡Siempre que llovió, paró!, ¡Soy pitufo, pero no bolufo!, ¡Ruu cuu cuu!, entre tantas otras genialidades. Inolvidables resultan esas sonrisas de atorrante hacia la cámara, los manoseos a Portales, (cuando era sabido que no le gustaba eso), sus famosos cruces de piernas, los cuentos absurdos de dramatismo en los que presentaba a un corazón al centro de la escena, y sus apasionados gustos por las bebidas para acompañar ruedas de amigos. Toda la cultura popular reflejada en pocas palabras ya que había conocido la pobreza y las grandes experiencias de vida, esa vida que barajó y repartió sin escatimar a quien iba dirigida, con entrega y claridad inigualables, como solo Alberto Olmedo podía hacerlo…¡Y...si la vamo a hacer, la vamo a hacer bien!
Su barrio, ese que le dio tanta letra, era Pichincha, en Rosario, y su ‘calle’ y su persona sería la que recorrería las veredas y las avenidas de la improvisación, su tan ansiado despertar con ese famoso Capitán al que todos llamábamos “Piluso”. Tiempo más tarde lo volveríamos a reencontrar en la imagen de “Rucucu”, y unos años después hará todavía más famoso al queso y al dulce que lo que ha hecho la gastronomía popular, con el “Fresco” y “Batata” junto a Porcel.
Las continuas bromas que realizaba sobre si mismo crecerían a pasos agigantados en “No toca botón” donde va a encontrar aliados para las cargadas, tanto de sus errores como los de todo su equipo, y dilapidará humor e ironías desde personajes como “El dictador de la costa pobre”, “Chiquito Reyes”, “El Manosanta”, “El mucamo Perkins”, “Rogelio Roldán”, entre tantos, y con los largos, encantadores, y sorprendentes diálogos junto a Portales, en “Alvarez y Borges” que nos han regalado uno de los capítulos más memorables de la televisión argentina.
Y es que a partir de ahí apareció el fantástico roce con la gente, ese juego que no se sabía como finalizaba, unas veces con el público, otras tantas con las cámaras, y si hasta las publicidades eran chivos con guiños cómplices; el famoso ¡Sa Voy! los fideos Nutregal, los alíscafos Belt, y las frases que aún hoy resuenan entre nosotros…¡Eramos tan pobres!, ¡Y..si no me tienen fe!, ¡Siempre que llovió, paró!, ¡Soy pitufo, pero no bolufo!, ¡Ruu cuu cuu!, entre tantas otras genialidades. Inolvidables resultan esas sonrisas de atorrante hacia la cámara, los manoseos a Portales, (cuando era sabido que no le gustaba eso), sus famosos cruces de piernas, los cuentos absurdos de dramatismo en los que presentaba a un corazón al centro de la escena, y sus apasionados gustos por las bebidas para acompañar ruedas de amigos. Toda la cultura popular reflejada en pocas palabras ya que había conocido la pobreza y las grandes experiencias de vida, esa vida que barajó y repartió sin escatimar a quien iba dirigida, con entrega y claridad inigualables, como solo Alberto Olmedo podía hacerlo…¡Y...si la vamo a hacer, la vamo a hacer bien!
sábado, 21 de mayo de 2011
ALFONSINA STORNI: "TU QUE NUNCA SERÁS"
Se cumplen hoy, 120 años del nacimiento de Alfonsina Storni, una de las más grandes poetas y escritoras argentinas, que impulsará exhaustivamente una reflexión acerca de la vida, la cotidianeidad, la conducta, creando y difundiendo a su alrededor nuevas tendencias dentro del círculo literario. La recordamos con su poema "Tú, que nunca serás"...Alfonsina..
Sábado fue, y capricho el beso dado,
capricho de varón, audaz y fino,
mas fue dulce el capricho masculino
a este mi corazón, lobezno alado.
No es que crea, no creo, si inclinado
sobre mis manos te sentí divino,
y me embriagué. Comprendo que este vino
no es para mí, mas juega y rueda el dado.
Yo soy esa mujer que vive alerta,
tú el tremendo varón que se despierta
en un torrente que se ensancha en río,
y más se encrespa mientras corre y poda.
Ah, me resisto, más me tiene toda,
tú, que nunca serás del todo mío.
Sábado fue, y capricho el beso dado,
capricho de varón, audaz y fino,
mas fue dulce el capricho masculino
a este mi corazón, lobezno alado.
No es que crea, no creo, si inclinado
sobre mis manos te sentí divino,
y me embriagué. Comprendo que este vino
no es para mí, mas juega y rueda el dado.
Yo soy esa mujer que vive alerta,
tú el tremendo varón que se despierta
en un torrente que se ensancha en río,
y más se encrespa mientras corre y poda.
Ah, me resisto, más me tiene toda,
tú, que nunca serás del todo mío.
viernes, 29 de abril de 2011
MANET, PARIS, FOLIE BERGERE, CHAMPAGNE
Se cumplen mañana 128 años del fallecimiento de uno de los más grandes pintores del siglo XIX, y es que nos estamos refiriendo a la figura de Édouard Manet que fue el precursor del camino de la escuela impresionista y al que de hecho se lo considera el fundador del impresionismo.
Este artículo está motivado porque en muchas de sus obras enmarca la diversidad de los placeres que lo rodeaban y del que el artista formaba parte: Paris, el “Folies Bergére” y las bebidas, entre ellas principalmente el champagne.
La diversión para Manet era la nocturna vida parisina siendo esta ciudad considerada históricamente la capital de las luces. Para mediados del siglo XIX, el poeta y amigo de Manet, Charles Baudelaire, señalaba que su amigo retrataba mejor que nadie la realidad de la vida cotidiana de la ciudad francesa y ciertamente Manet pinta al famoso cabaret parisino de las Folies Bergére como uno de los lugares en los que la modernidad se presentaba como un espejo hacia el mundo. El vocablo folia deriva del latín (hojas) y simbolizaba justamente una casa de campo que se hallaba oculta tras las hojas y donde la gente se abandonaba a sus placeres natural y libremente.
Es necesario destacar que la bebida favorita que más se consumía en este cabaret era precisamente el champagne y Manet retrata en sus pinturas todo ese mundo como nadie ya que participaba asiduamente y era un observador minucioso de esa realidad. En sus obras, se pueden ver muchas y diversas botellas de champagne como las que se circulaban por ese entonces, Mumm, Heidsieck y Pommery extra-seco colocadas en baldes pero también se pueden visualizar botellas de cervezas y una variedad de licores. Manet también va a dar cuenta en sus pinturas del entorno, la estructura de los mostradores del cabaret y todo lo que tiene que ver con los placeres, los brillos y su dato más destacable que es propio del impresionismo y que nace del movimiento, como si todo fluyera a partir de una dinámica muy intensa y vivaz y donde las sensibilidades y las secuencias se percibieran tan expresivas, sugestivas y naturales, así es como lo pintaba Manet, así es como lo disfrutamos nosotros.Bon Appetit.
Este artículo está motivado porque en muchas de sus obras enmarca la diversidad de los placeres que lo rodeaban y del que el artista formaba parte: Paris, el “Folies Bergére” y las bebidas, entre ellas principalmente el champagne.
La diversión para Manet era la nocturna vida parisina siendo esta ciudad considerada históricamente la capital de las luces. Para mediados del siglo XIX, el poeta y amigo de Manet, Charles Baudelaire, señalaba que su amigo retrataba mejor que nadie la realidad de la vida cotidiana de la ciudad francesa y ciertamente Manet pinta al famoso cabaret parisino de las Folies Bergére como uno de los lugares en los que la modernidad se presentaba como un espejo hacia el mundo. El vocablo folia deriva del latín (hojas) y simbolizaba justamente una casa de campo que se hallaba oculta tras las hojas y donde la gente se abandonaba a sus placeres natural y libremente.
Es necesario destacar que la bebida favorita que más se consumía en este cabaret era precisamente el champagne y Manet retrata en sus pinturas todo ese mundo como nadie ya que participaba asiduamente y era un observador minucioso de esa realidad. En sus obras, se pueden ver muchas y diversas botellas de champagne como las que se circulaban por ese entonces, Mumm, Heidsieck y Pommery extra-seco colocadas en baldes pero también se pueden visualizar botellas de cervezas y una variedad de licores. Manet también va a dar cuenta en sus pinturas del entorno, la estructura de los mostradores del cabaret y todo lo que tiene que ver con los placeres, los brillos y su dato más destacable que es propio del impresionismo y que nace del movimiento, como si todo fluyera a partir de una dinámica muy intensa y vivaz y donde las sensibilidades y las secuencias se percibieran tan expresivas, sugestivas y naturales, así es como lo pintaba Manet, así es como lo disfrutamos nosotros.Bon Appetit.
jueves, 21 de abril de 2011
CERVANTES, QUIJOTE, MANCHA, VINOS Y OLÉ!
Se cumplieron ayer 396 años del fallecimento de Miguel de Cervantes Saavedra. El siglo de oro español en la literatura universal está inseparablemente ligado a la compañía del vino y tenemos que señalar que así lo demuestran obras de Lope de Vega o de Francisco de Quevedo, pero Cervantes ha sido considerado para muchos la máxima expresión de la literatura española con su gran obra "El ingenioso Hidalgo Don Quijote de la Mancha", que llegará a ser señalada como una de las más importantes obras de la literatura universal.En este libro, Miguel de Cervantes va a narrar la vida de Don Quijote, un hidalgo manchego que va a ir en busca de aventuras, imaginando que alguien narraría posteriormente su historia, pero este protagonista (en una ironía digna de Cervantes), va a perder la cabeza con la lectura de ingenuos libros de época de caballerías. Enloquecido, el Quijote va a solicitar ser nombrado caballero, en su recorrido lo va a acompañar Sancho Panza, quien será el que lo enaltecerá durante todo el viaje, por lo cual lo encontrará luchando contra gigantes imaginarios que no serán otros que grandes molinos de viento; sobre el final los roles se van a invertir, Don Quijote recobrará su cordura y Sancho perderá la cabeza.
A lo largo de todo el desarrollo de la obra, Cervantes va a hacer muchas menciones al vino, principalmente en la figura de Sancho, ya que como caballero, Don Quijote no podía beber mientras cabalgaba y esa imágen Cervantes la respetaba (no así el papel de la caballería, a la que ridiculizaba), y es que utilizarán al vino hasta para curar las heridas del Quijote, al mezclarlo con aceites, sales y especies. Todo este épico recorrido lo van a realizar por La Mancha, Cuenca, Toledo, Albacete y Ciudad Real, y Cervantes lo narra en el capítulo ocho donde refiriéndose a Sancho señala;…”de cuando en cuando empina la bota, con tanto gusto, que le pudiera envidiar el más regalado bodogonero de Málaga”, o también describe en Sancho su afición por el vino en el momento en que Don Quijote le recomienda…”sé templado en el beber, considerando que el vino demasiado, ni guarda secreto ni cumple palabra”. Este escritor(que alguna vez sostuvo que “la pluma es la lengua del alma”), va a escribir en su obra un placer que lo expresaba como propio…“Llenáronse de regocijo los pechos porque se llenaron las tazas de generosos vinos que, cuando se trasiegan por la mar, de un cabo a otro, no hay néctar que se les iguale.”
Evidentemente, resulta sorprendente cuando uno relee estas grandes obras, como el vino en todas sus expresiones, posee un rol protagónico y no es casual que grandes escritores clásicos de la talla de Boccaccio, Rabelais o Cervantes hayan expresado en la figura del vino a un arte con luz propia, y que será junto a la literatura, una fiel representación de dos de los placeres, que maravillosamente han nutrido al campo de la cultura popular. Bon Appetit.
A lo largo de todo el desarrollo de la obra, Cervantes va a hacer muchas menciones al vino, principalmente en la figura de Sancho, ya que como caballero, Don Quijote no podía beber mientras cabalgaba y esa imágen Cervantes la respetaba (no así el papel de la caballería, a la que ridiculizaba), y es que utilizarán al vino hasta para curar las heridas del Quijote, al mezclarlo con aceites, sales y especies. Todo este épico recorrido lo van a realizar por La Mancha, Cuenca, Toledo, Albacete y Ciudad Real, y Cervantes lo narra en el capítulo ocho donde refiriéndose a Sancho señala;…”de cuando en cuando empina la bota, con tanto gusto, que le pudiera envidiar el más regalado bodogonero de Málaga”, o también describe en Sancho su afición por el vino en el momento en que Don Quijote le recomienda…”sé templado en el beber, considerando que el vino demasiado, ni guarda secreto ni cumple palabra”. Este escritor(que alguna vez sostuvo que “la pluma es la lengua del alma”), va a escribir en su obra un placer que lo expresaba como propio…“Llenáronse de regocijo los pechos porque se llenaron las tazas de generosos vinos que, cuando se trasiegan por la mar, de un cabo a otro, no hay néctar que se les iguale.”
Evidentemente, resulta sorprendente cuando uno relee estas grandes obras, como el vino en todas sus expresiones, posee un rol protagónico y no es casual que grandes escritores clásicos de la talla de Boccaccio, Rabelais o Cervantes hayan expresado en la figura del vino a un arte con luz propia, y que será junto a la literatura, una fiel representación de dos de los placeres, que maravillosamente han nutrido al campo de la cultura popular. Bon Appetit.
viernes, 15 de abril de 2011
LEONARDO DA VINCI Y LA FILOSOFIA DE LA RAZÓN
Son muchos, (tanto como sus talentos y disciplinas), pero hoy cumpliría 559 años de edad, Leonardo Da Vinci, y la intención de recordarlo surge no solo por haber sido inventor, escultor, artista, ingeniero, científico, arquitecto, urbanista, poeta, filósofo, escritor, músico, botánico y uno de los más grandes pintores de todos los tiempos, sino para humanizar un poco al genio y citar que es lo que estaba ocurriendo en el siglo XV con las bebidas y con los alimentos que tuvieron su protagonismo en el famoso mural de la última cena de Jesucristo y sus apóstoles.
Fue en una ocasión a la que Leonardo Da Vinci fue invitado con motivo de una celebración de la boda de su sobrino y duque Ludovico el Moro, que ese sería el objeto central por el que Leonardo iba a pintar un mural, pero que todavía no estaba definido aún, pero lo cierto es que ese mural tenía un correlato ya que estaba influido por una gran cena con manjares y vinos. Leonardo finalmente tardaría unos tres años en terminarla y se trataría nada más y nada menos de la última cena de Jesucristo con sus apóstoles. Y fue así que Leonardo encargó una larga mesa para comenzar su obra y mandó preparar alimentos y traer vinos del Prior, pero no pasará mucho tiempo para que surjan las quejas del prior ya que luego de doce meses señalaba que ninguna marca ha hecho en la pared y solo se ha encargado de comer y beber, y en un mensaje le escribirá al conde …”las bodegas del priorato han sufrido una gran merma y ahora están secas por completo, pero el maestro Leonardo insiste en probar todos los vinos hasta dar con el adecuado para su obra maestra”, más adelante elevará su queja señalando…”mis frailes pasan hambre pues el maestro Leonardo dispone a su antojo de nuestras cocinas día y noche confeccionando lo que él afirma será la comida que precisa para su mesa”. Es necesario señalar que la tecnología de computación utilizada para ver el mural en los siglos posteriores permitió a los científicos de la revista médica The International Journal of Obesity escanear, rotar y calcular las dimensiones de cada una de las imágenes sin importar su orientación en los cuadros para ver que es lo que Leonardo pintó en su mural.
Por su parte el historiador John Varriano, profesor de la Universidad de Massachussets, en una exhaustiva inspección del cuadro descubrió con sorpresa que lo que hasta entonces se pensaba como pedazos de carne, eran en realidad restos de anguila y a lo largo de la mesa se podían visualizar, además de trozos de pan, nítidos gajos de naranja y semillas de granada. Lo cierto es que Leonardo tardó en realizar su obra casi tres años y fue en los últimos tres meses cuando pintó a los apóstoles, siete vasos de vino tinto medio vacíos y una comida que habría resultado mucho más austera de lo esperado y que habría contado con zanahorias, anguilas y unos huevos cocidos, muy en consonancia con el modo de vida sencillo al que se hallaba la sociedad bajo dominio del imperio romano. Leonardo (como le gustaba que lo llamaran), fue un adelantado en su época ya que no solo nos queda de él “La última cena” o “La Gioconda”, o sus múltiples sapiencias que tantos arquetipos dejó para las futuras invenciones, sino que su persona siempre estuvo involucrada al humanismo, al espíritu crítico y sobre todo a esa infaltable necesidad de inquietud que manifestaba como una curiosidad eterna que tan bien le hizo (y le hace) al pensamiento para día a día intentar construir sociedades más humanas y racionales. Bon Appetit.
Fue en una ocasión a la que Leonardo Da Vinci fue invitado con motivo de una celebración de la boda de su sobrino y duque Ludovico el Moro, que ese sería el objeto central por el que Leonardo iba a pintar un mural, pero que todavía no estaba definido aún, pero lo cierto es que ese mural tenía un correlato ya que estaba influido por una gran cena con manjares y vinos. Leonardo finalmente tardaría unos tres años en terminarla y se trataría nada más y nada menos de la última cena de Jesucristo con sus apóstoles. Y fue así que Leonardo encargó una larga mesa para comenzar su obra y mandó preparar alimentos y traer vinos del Prior, pero no pasará mucho tiempo para que surjan las quejas del prior ya que luego de doce meses señalaba que ninguna marca ha hecho en la pared y solo se ha encargado de comer y beber, y en un mensaje le escribirá al conde …”las bodegas del priorato han sufrido una gran merma y ahora están secas por completo, pero el maestro Leonardo insiste en probar todos los vinos hasta dar con el adecuado para su obra maestra”, más adelante elevará su queja señalando…”mis frailes pasan hambre pues el maestro Leonardo dispone a su antojo de nuestras cocinas día y noche confeccionando lo que él afirma será la comida que precisa para su mesa”. Es necesario señalar que la tecnología de computación utilizada para ver el mural en los siglos posteriores permitió a los científicos de la revista médica The International Journal of Obesity escanear, rotar y calcular las dimensiones de cada una de las imágenes sin importar su orientación en los cuadros para ver que es lo que Leonardo pintó en su mural.
Por su parte el historiador John Varriano, profesor de la Universidad de Massachussets, en una exhaustiva inspección del cuadro descubrió con sorpresa que lo que hasta entonces se pensaba como pedazos de carne, eran en realidad restos de anguila y a lo largo de la mesa se podían visualizar, además de trozos de pan, nítidos gajos de naranja y semillas de granada. Lo cierto es que Leonardo tardó en realizar su obra casi tres años y fue en los últimos tres meses cuando pintó a los apóstoles, siete vasos de vino tinto medio vacíos y una comida que habría resultado mucho más austera de lo esperado y que habría contado con zanahorias, anguilas y unos huevos cocidos, muy en consonancia con el modo de vida sencillo al que se hallaba la sociedad bajo dominio del imperio romano. Leonardo (como le gustaba que lo llamaran), fue un adelantado en su época ya que no solo nos queda de él “La última cena” o “La Gioconda”, o sus múltiples sapiencias que tantos arquetipos dejó para las futuras invenciones, sino que su persona siempre estuvo involucrada al humanismo, al espíritu crítico y sobre todo a esa infaltable necesidad de inquietud que manifestaba como una curiosidad eterna que tan bien le hizo (y le hace) al pensamiento para día a día intentar construir sociedades más humanas y racionales. Bon Appetit.
lunes, 11 de abril de 2011
MOTÖRHEAD-SHIRAZ: DOS POTENCIAS SE SALUDAN
Se presenta esta noche en Argentina una banda de culto que ya ha pisado el país en numerosas ocasiones, y que mejor que rendirle hoy este pequeño tributo a Motörhead, precisamente cuando ahora fue el turno de esta banda inglesa la que como tantas otras cuenta ya con su vino propio de la variedad Shiraz, e incluso con cristalería metalera. Lo cierto es que como los Rolling Stones, Whitesnake o Sting, las relaciones entre el vino y el rock se fueron alimentando mutuamente a lo largo de los años, y eso se demostró también cuando al poner en venta las 12 mil botellas Shiraz 2009 de Motörhead, se esfumaron en no más de una semana, lo que evidenciaba su éxito y el protagonismo de la banda de Lemmy Kilmister, legendario cantante y bajista de Motörhead. Sin dudas este Shiraz más que un "as de espadas", debe ser un "as de uvas", no pudimos catarlo aún, ya que como su música, se voló de las góndolas a la velocidad de sus históricas guitarras, bajos y batería, pero según señalan los productores, y ya lo estamos percibiendo desde aquí, debe ser un potente concierto de frutas, con acordes de añejas barricas y sonetos de madura complejidad, aunque para los productores… “no importa el origen, ni la cepa, ni a que huela el vino; sólo importa que sea de Motörhead”. Bon Appetit.
sábado, 9 de abril de 2011
EL ESPÍRITU DEL VINO: CHARLES BAUDELAIRE
Se cumplen 191 años del nacimiento del poeta Charles Baudelaire, este escritor fue rajando las estructuras esquemáticas de su época, pero en ese camino cargó en su mochila con un calificativo nada agradable para esos tiempos en que la moral reinaba como única fé: se lo llamó el “poeta maldito”. La aristocracia no podía ignorar su voz y fue tratado con desdén por su vida bohemia y rodeada de excesos, pero la historia en realidad iba por otro camino.
Baudelaire nació en abril de 1821 y falleció en agosto de 1867 y entre sus “pecados” se lo señalará como un poeta irreverente que quebrará muchas estructuras de su época, siendo uno de los más avezados críticos de arte, aún sin dejar a un lado su militancia en muchos movimientos políticos contestatarios al “orden social” reinante.
El movimiento simbolista lo absorberá en los años de su gran obra “Las flores del mal”, criticando a todo el realismo conservador y sus formas absolutamente descriptivas, con todo lo que implicaba el orden y las jerarquías estéticas. Baudelaire va a romper en un sentido con la idea central del movimiento realista y va a hacer una exaltación a la imaginación, a los sueños y a la introspección que va a compartir con otros círculos intelectuales de la época.
En ese contexto histórico aparecerá su obra “El alma del vino”, uno de sus tan brillantes poemas en el que el poeta le dará un lugar y una voz al vino. Muy lejos de toda la estética narcisista fue un creador de espacios para innumerables y cercenadas voces y en ese poema quiebra el inconciente que planteaba que el beber vino significaba desplazarse en dirección al mal, uno de los tantos “crímenes” marcados por el “orden y la moral”.
A lo largo del poema plantea los beneficios del vino con relación a la salud, en cuanto a ser un líquido que va a calmar las ansiedades, también aparecen alusiones al descanso de los trabajadores después de una jornada de trabajo como un saludable refresco y considerarlo como un importante motivador de grandes cofradías de intelectuales en los bares y tabernas de la ciudad.
En el poema, el vino se encuentra en una especie de lámpara de Aladino, el cual posee voz propia y le va llegando la hora de despertar de su largo letargo, con lo que el poeta comparará también que su tiempo añejado le otorgará mayor voluptuosidad aún. Esto es parte de lo que Baudelaire expresó en esta obra cuando representó las ideas de una época; esos diálogos entre un vino y su sociedad y que tan bien han entendido músicos del siglo XX como los Héroes del Silencio con muchas de sus letras en su famoso álbum “El Espíritu del Vino”. Como siempre, la literatura, la música y el vino se vuelven a abrazar indisciplinadamente en un misma constelación de placeres del arte y la cultura. Bon Appetit.
Baudelaire nació en abril de 1821 y falleció en agosto de 1867 y entre sus “pecados” se lo señalará como un poeta irreverente que quebrará muchas estructuras de su época, siendo uno de los más avezados críticos de arte, aún sin dejar a un lado su militancia en muchos movimientos políticos contestatarios al “orden social” reinante.
El movimiento simbolista lo absorberá en los años de su gran obra “Las flores del mal”, criticando a todo el realismo conservador y sus formas absolutamente descriptivas, con todo lo que implicaba el orden y las jerarquías estéticas. Baudelaire va a romper en un sentido con la idea central del movimiento realista y va a hacer una exaltación a la imaginación, a los sueños y a la introspección que va a compartir con otros círculos intelectuales de la época.
En ese contexto histórico aparecerá su obra “El alma del vino”, uno de sus tan brillantes poemas en el que el poeta le dará un lugar y una voz al vino. Muy lejos de toda la estética narcisista fue un creador de espacios para innumerables y cercenadas voces y en ese poema quiebra el inconciente que planteaba que el beber vino significaba desplazarse en dirección al mal, uno de los tantos “crímenes” marcados por el “orden y la moral”.
A lo largo del poema plantea los beneficios del vino con relación a la salud, en cuanto a ser un líquido que va a calmar las ansiedades, también aparecen alusiones al descanso de los trabajadores después de una jornada de trabajo como un saludable refresco y considerarlo como un importante motivador de grandes cofradías de intelectuales en los bares y tabernas de la ciudad.
En el poema, el vino se encuentra en una especie de lámpara de Aladino, el cual posee voz propia y le va llegando la hora de despertar de su largo letargo, con lo que el poeta comparará también que su tiempo añejado le otorgará mayor voluptuosidad aún. Esto es parte de lo que Baudelaire expresó en esta obra cuando representó las ideas de una época; esos diálogos entre un vino y su sociedad y que tan bien han entendido músicos del siglo XX como los Héroes del Silencio con muchas de sus letras en su famoso álbum “El Espíritu del Vino”. Como siempre, la literatura, la música y el vino se vuelven a abrazar indisciplinadamente en un misma constelación de placeres del arte y la cultura. Bon Appetit.
jueves, 7 de abril de 2011
PABLO PICASSO Y EL VINO
En el día de hoy se cumplen 38 años del fallecimiento de Pablo Picasso, que fue uno de los grandes artistas del siglo XX que revolucionó el mundo del arte y uno de los tantos intelectuales que en esos tiempos se reunía cotidianamente en bares y tabernas junto a otros famosos artistas de diferentes movimientos vanguardistas a beber vinos, champagnes y absentas, las que se convertirían en numerosas ocasiones en la idea central de muchas de sus obras de arte.
Para muchos, Picasso junto a Miguel Angel fueron los artistas que mayor influencia tuvieron en la transformación histórica del arte, y es que el pintor y escultor español, entre tanta participación desde diferentes ámbitos, fue fundador junto a Juan Gris y Georges Braque del movimiento cubista. Lo destacado de este movimiento fue su rechazo a los convencionalismos, dirigiendo y enfocando su mirada hacia el ilusionismo, jugando con la ruptura en las estructuras y con la tridimensionalidad en el enfoque central de todo tipo de superficies.
A lo largo de diferentes períodos, Picasso fue modificando su mirada y en sus obras comenzó utilizando una diversidad de tonos azules representando figuras ligeramente alargadas, luego explorará el grabado y una gran diversidad de técnicas. El autor de la maravillosa e importante obra del bombardeo de Guernica en la guerra civil española, se dedicó a pintar en sus obras también bares y salones de comienzos del siglo XX como por ejemplo en su obra “Comida frugal” en la que muestra a un hombre y a una mujer en una mesa sentados junto a una botella de vino y a algo de comida a su lado, también pintará un cuadro en el que va a representar a un niño que está muy contento y que posee una botella de vino en su mano derecha y en la izquierda tiene una sartén con dos huevos fritos. Tiempo más tarde realizará una construcción de planos con naturaleza muerta sobre La Botella de vino ya en sus últimas etapas clásicas del cubismo donde también lo encontrará retratando copas y vasos de vino.
Picasso fue otro de los grandes artistas del siglo XX como Joan Miró o como Juan Gris que le dieron un rol destacado al vino en sus representaciones y todo ello no resultaba casual en esos tiempos sobre todo observando que tanto el vino, como el champagne, el whisky o la absenta han estado presentes en esas extensas y concurridas veladas en bares y tabernas iluminadas bajo esos históricos y novelescos escenarios parisinos. Bon Appetit.
Para muchos, Picasso junto a Miguel Angel fueron los artistas que mayor influencia tuvieron en la transformación histórica del arte, y es que el pintor y escultor español, entre tanta participación desde diferentes ámbitos, fue fundador junto a Juan Gris y Georges Braque del movimiento cubista. Lo destacado de este movimiento fue su rechazo a los convencionalismos, dirigiendo y enfocando su mirada hacia el ilusionismo, jugando con la ruptura en las estructuras y con la tridimensionalidad en el enfoque central de todo tipo de superficies.
A lo largo de diferentes períodos, Picasso fue modificando su mirada y en sus obras comenzó utilizando una diversidad de tonos azules representando figuras ligeramente alargadas, luego explorará el grabado y una gran diversidad de técnicas. El autor de la maravillosa e importante obra del bombardeo de Guernica en la guerra civil española, se dedicó a pintar en sus obras también bares y salones de comienzos del siglo XX como por ejemplo en su obra “Comida frugal” en la que muestra a un hombre y a una mujer en una mesa sentados junto a una botella de vino y a algo de comida a su lado, también pintará un cuadro en el que va a representar a un niño que está muy contento y que posee una botella de vino en su mano derecha y en la izquierda tiene una sartén con dos huevos fritos. Tiempo más tarde realizará una construcción de planos con naturaleza muerta sobre La Botella de vino ya en sus últimas etapas clásicas del cubismo donde también lo encontrará retratando copas y vasos de vino.
Picasso fue otro de los grandes artistas del siglo XX como Joan Miró o como Juan Gris que le dieron un rol destacado al vino en sus representaciones y todo ello no resultaba casual en esos tiempos sobre todo observando que tanto el vino, como el champagne, el whisky o la absenta han estado presentes en esas extensas y concurridas veladas en bares y tabernas iluminadas bajo esos históricos y novelescos escenarios parisinos. Bon Appetit.
martes, 29 de marzo de 2011
VAN GOGH Y LAS LUCES DE PARIS
Se cumplen hoy 158 años del nacimiento de Vincent Van Gogh, uno de los artistas nacido en los Países Bajos que mejor reflejaron la yuxtaposición entre el arte de la pintura y todo lo que significaba todo lo referente al vino, como así tambiéna a las bebidas espirituosas hacia finales del siglo XIX en Francia. Y es que este pintor post impresionista fue junto a Toulouse Lautrec, Degas, Picasso, Gauguin, y otros grandes artistas de la escena cultural, uno de los tantos que expresaron en sus obras el mundo de la noche, de las luces, los bares y las tabernas siempre acompañados de bebidas que en esa época se consumían en las madrugadas de los bares parisinos, como el vino, el champagne, cervezas, whisky y absenta, entre tantas otras. La diferencia en Van Gogh fue quizás diametralmente opuesta a Toulouse Lautrec o a Paul Gauguin, ya que estos últimos describían tabernas bulliciosas con bailarinas y grandes grupos de amigos conversando en las mesas, mientras Van Gogh expresaba en sus obras la embriaguez, la depresión, gente sola y perdida por la bebida y absortos en su soledad. Quizás conformara esta realidad parte de la adicción y excesos de alcohol que se desarrollaba en parte de la vida de Van Gogh, pero bien vale la pregunta de quien describiría esa verdadera realidad de la noche parisina, o quizás tal vez pintaban dos imágenes opuestas de la misma realidad ya que es muy cierto que la burguesía parisina prefería más asistir a esos sitios que estar en sus casas, ya que las reuniones sociales y el encuentro entre amigos del ambiente intelecutal estaban en su máximo apogeo. Finalmente entonces Van Gogh va a retratar ese estado de ánimo que lo plasma en desolación y abandono, reflejando quizás palpablemente su pensamiento y sus emociones pero que mejor en estos casos que compartir una pequeña reseña de lo que significaban esas obras que tanta historia divulgan. Bon Appetit.
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