Se cumple mañana, 13 de octubre, 30 años del fallecimiento de Antonio Berni, el gran pintor argentino nacido en Rosario en 1905, y que desnuda en toda su obra la preocupación por las cuestiones sociales de la vida diaria, y sobre todo las más injustas que la atravesaban. También lo recordamos desde la órbita vitivinícola, como lo hizo la Bodega Navarro Correas con la etiqueta de su obra “La Puerta Abierta" en uno de sus vinos hace unos años.
Una breve reseña histórica para señalar que a los 15 años, Antonio Berni ya estaba exponiendo paisajes suburbanos de la ciudad sobre óleo, los primeros años lo fueron llevando hacia el paisajismo y al impresionismo, y con el viaje a España, volcaría toda su preocupación social en obras como “Puerta cerrada”, entre tantas otras. Para esa época tuvo un gran acercamiento con el surrealismo, tratando por todos los medios de expresar esa liberación del inconsciente, como sucede con los sueños, dejando a un lado a la razón,para ver las múltiples expresiones del mundo interior, su disimilitud con la realidad misma, y donde se iban a visualizar todas las más inefables conexiones, que dieran lugar a un análisis racional.
A todo esto, Berni ya recorría Europa, en París conocería a Magritte, quien lo ingresaría definitivamente en el mundo surrealista. Paralelamente continuaría con toda sus preocupaciones sociales que lo llevarían a comprometerse con muchas organizaciones sociales en el mundo y con muchos grupos de acción política. En 1932 pinta “La Puerta Abierta”, donde se puede observar un gran rompecabezas de objetos, de simbolismos, de colores, pero sobre todo el énfasis en la perspectiva, esa que el surrealismo no sabe de distancias.La puerta, el muro, el gran alfiler, la llave y esos cubos, no permiten analizar este ida y vuelta, no se sabe de las distancias, de los espacios entre las cosas, y ese juego constante de lo real y lo irreal, y su determinación en las sensaciones, las emociones, los miedos y el poder transmitir de algún modo,todos los hechos de la realidad social.
La vida y obra de Antonio Berni se desarrolla maravillosa y ampliamente con la aparición y la evolución en sus obras, de personajes como “Juanito Laguna” y “Ramona Montiel”, sus vivencias y la contextualización de todo el preocupante entorno de desocupación y pobreza que expresa en su visión de esa realidad, una mirada hasta irónica que afortunadamente se dedica a retratar desde su arte situaciones de la vida diaria, siendo sumamente valederas y contundentes todas las razones que llevan a la pintura de un grande como Berni a un placer visual con mucho sentido, mucho más que una semilla para crear conciencia. Bon Appetit.