Quizás en pocas horas, es muy difícil concentrarse en recorrer lugares significativos de una ciudad, pero es necesario remarcar, que el vino juega su partido en Mendoza, y probablemente, el triunfo esté asegurado, ya que a lo largo de esta bella ciudad, se pueden encontrar, una buena cantidad de vinotecas, donde se brindan charlas y degustaciones, y también numerosos espacios que dan lugar al arte, y toda su relación con el mundo vitivinícola.
En ese sentido, me dirigí a estos centros culturales, al menos para tratar de registrarlos, e intentar transmitirlos a través de un lente, y que sin embargo, refleje la calidez a la que nos tiene acostumbrado este maravilloso placer, que suele acortar distancias y aglutinar sentimientos.
Ciertas veces, las palabras abundan, y es necesario allanar el camino, para que el arte y la historia murmuren sus expresiones y sus representaciones. Una vez más, no es casual que esa combinación, junto a la historia del vino, sellen uno de los maridajes más elegantes y sensuales que nos podamos cruzar en nuestro camino. Bon Appetit.
En ese sentido, me dirigí a estos centros culturales, al menos para tratar de registrarlos, e intentar transmitirlos a través de un lente, y que sin embargo, refleje la calidez a la que nos tiene acostumbrado este maravilloso placer, que suele acortar distancias y aglutinar sentimientos.
Ciertas veces, las palabras abundan, y es necesario allanar el camino, para que el arte y la historia murmuren sus expresiones y sus representaciones. Una vez más, no es casual que esa combinación, junto a la historia del vino, sellen uno de los maridajes más elegantes y sensuales que nos podamos cruzar en nuestro camino. Bon Appetit.