
Históricamente a la planta de ajenjo se lo ha documentado tempranamente, los egipcios en los 1600 a.c. lo adoptaron por sus efectos terapéuticos, siendo en esos tiempos digestivo, uno de los problemas médicos más serios en esas poblaciones. Pero también los griegos lo utilizaban para la malaria y por sus efectos benéficos de tonicidad, añadiendo también que a esta planta las huellas de la historia indican que fue investigada desde Hipócrates hasta Galeno.

Según cuenta la historia, un médico franco-suizo, llamado Pierre Ordinaire, descubrió la receta en 1792 difundiendo y comercializando como un excitante elixir, aunque destacando que el ajenjo era principalmente una planta medicinal que fue recomendada desdes su origen para alivio de muchas enfermedades. En principio, la absenta se elabora con la maceración y la destilación del regaliz y con su principal ingrediente que son los tallos y hojas de ajenjo, en el cual se encuentran los terpenos denominados beta tuyonas que son sus principales componentes y que en la actualidad se permite un máximo de 10 mg. por litro. La palabra absenta deriva del latín absinthium que proviene del griego, apsinthion, y se traduce como no bebible, y era también conocida como “Fee Verte”, el hada verde, por la planta que la origina, llamada Artemisia absinthium.

Fue en ese contexto, que intelectuales de todas las artes como Van Gogh, Degas, Toulouse Lautrec, Paul Verlaine, Charles Baudelaire, Oscar Wilde, Gustave Flaubert, Arthur Rimbaud, Pablo Picasso, Edgar Alan Poe, y hasta cantantes como Carlos Gardel, que gustaba beber ajenjo y que hace referencia en algunos de sus temas citando al poeta Enrique Cadícamo, y así muchos otros ejempolos como las grandes obras del pintor Edgar Degas donde describe y parece desnudar pensamiento y realidad con tal virtuosismo en “La Absenta” en el café Guerbois,


No es necesario aclarar que este agregado de agua era por el peligro que significaba consumir el ajenjo en estado puro y los problemas que normalmente ocasionaba su gran consumo y es que a partir de esas épocas en las que aparece ese extraordinario rito ceremonial, pero quien mejor que Oscar Wilde la dialéctica y la problemática de su consumo…. “No maldecimos al mar por los desastres ocasionales que causa a nuestros marinos. Así como pertenecen al ajenjo vicios y peligros especiales, también posee gracias y virtudes que no adornan a ninguna otra bebida (...)”. Bon Appetit.